Conversamos con el instructor de Shiatsu Diego Sánchez: “Mi regla es: las sensaciones son, los pensamientos no son”.
Para sentirse arraigado, estable, seguro, sólido, bien plantado es necesario estar presente. Enraizamiento es nuestra capacidad para relajarnos con la confianza de que estamos siendo sostenidos por la Tierra, que tenemos justo debajo de nuestros pies.
El estilo de vida acelerado nos aleja a nuestro derecho a Ser ( el derecho básico del primer chakra), nuestra mente se ve obligada a estar en el futuro, planificando, imaginando, o interactuando con una realidad virtual que no está en el presente.
Esto separa los pies de la tierra (energéticamente hablando) y se puede ver en una serie de aspectos que son muy comunes en la vida de hoy:
- Ansiedad
- Estreñimiento o diarrea.
- Problemas con la maternidad, la energía femenina, (la “Madre Tierra”).
- Depresión, falta de autoestima, incapacidad de sentir, distracción crónica.
- Inestabilidad emocional, o material. Pérdidas repetitivas.
- Problemas en las piernas y pies, falta de movilidad.
- Conflictos de territorio. Incapacidad de “ocupar mi lugar”. Estar “con un pie aquí y otro allí”. Ser como “invisible”, dejar que los demás decidan por uno.
- Enfermedades del colon.
- Traumas y situaciones de vida o muerte, real o percibidas (“ataques de pánico”).
- Déficit atencional, imposibilidad de estar en el momento presente.
- Falta de armonía entre la mente y el cuerpo.
Si bien parece haber una gran disparidad de orígenes a estos problemas, con una sencilla práctica vivencial de enraizamiento, podremos ver cómo el factor común entre ellos es, en efecto, nuestra capacidad para conectar con la Tierra.
Diego Sánchez
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