La vida de Sebastián Olivieri: entre guitarras, asados y la familia

Lopecito se fue hasta "Vista Linda" en Montevideo para conocer a este joven luthier egresado de la UTU Pedro Figari.

Como cada domingo, Lopecito nos invita a descubrir un nuevo rincón del Uruguay. En esta ocasión no fue necesario salir muchos kilómetros de Montevideo, ya que el conductor se fue hasta "Vista Linda" un nuevo barrio ubicado en la zona de Flor de Maroñas, al noreste de Montevideo, donde vive la familia Olivieri hace 45 años. "Mi abuelo era quintero. Mi padre también", cuenta Sebastián, un joven que prefiere este lugar por encima de otros países. "Estoy contento de vivir acá. Es mi lugar", resume. Vive con sus abuelos, sus padres y sus hermanos, con quienes domingo a domingo reciben a primos y otros familiares para disfrutar de guitarreadas, asados, y juego de bochas hasta que cae el sol.

Pero a diferencia de sus familiares, Sebastián no heredó el oficio de quintero y es, en cambio, luthier. A los 16 años tocó la guitarra por primera vez. Y desde ese día se enamoró. Un día, en lo de "un amigo de un amigo" vio una caja con las piezas de una guitarra desarmada y ahí le cayó la ficha que "una guitarra se podía hacer". Le preguntó dónde había estudiado y enseguida se anotó en la UTU Pedro Figari en el curso de violería, que dura dos años. Junto a él comenzaron el año otros cincuenta jóvenes. Al final del primer año, solo dos habían podido terminar la guitarra, lo que los acreditaba a una calificación de doce. Sebastián era uno de ellos.

"Cuanto mejor toques, mejor vas a avanzar en el instrumento", le cuenta a Lopecito, quien quiso saber si era condición sine qua non tocar la viola para ser luthier. "Cuando la terminas, la tocas y sabes las cosas buenas y malas" que tiene, y ahí vas mejorando, y vas generando un registro de oído. Lleva hechas 85 guitarras. "La madera es lo esencial porque es lo que da el timbre de la guitarra", sentencia.

Al final, Juan Carlos López le preguntó qué estaba escuchando, y el joven le dijo que a Pierino Techera, un músico de Durazno que le trajo un disco de regalo y se transformó en su disco de cabecera.


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