Colombofilia: la pasión por las palomas mensajeras

Criadores de palomas hacen competir a sus animales en carreras. Para eso las entrenan, alimentan y dan vitaminas: las tratan como verdaderas deportistas.

Cámara Testigo asistió a la previa de una carrera de palomas mensajeras, a través del Club Colombófilo Chasque. Los colombófilos tienen pasión por esos animales, y los entrenan como verdaderos deportistas de alto rendimiento. “Son simplemente atletas alados”, dice José Luis Piñeiro. Luis Terra, otro apasionado, cuenta que la característica distintiva de la disciplina es que se sabe lo que pasa cuando sale la paloma y cuando llega, pero no se sabe qué pasa en el medio.

Compiten carreras de mil kilómetros. Para eso les dan vitaminas y buena comida. Se acepta la concepción de que las palomas transmiten enfermedades, pero discuten afirmando que es una exageración, y que en realidad todos los animales lo hacen. Además, hablan de que eso tiene más que ver con las palomas de calle, no las que se crían en cautiverio. “Son como caballos de carrera”, dicen. En consonancia, los controles de la distancia y la velocidad están totalmente computarizados, y así se conocen datos como que una paloma pone cinco horas en llegar a la capital desde Salto.

"Si a uno lo miran de afuera piensan que están en presencia de un loco", se ríe Terra. "Porque pasamos horas en la azotea o donde tengamos las palomas, con lluvia, con viento, con frío, con todo. Y sin embargo cuando llega la paloma, la adrenalina de ese momento, paga cualquier cosa".


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