Marcelo Estefanell: Amodio Pérez vino a "intentar salvar su imagen"

El exintegrante de la Columna 15 del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros (MLN-T) dijo que Amodio Pérez no es autocrítico y que volvió para intentar salvar su imagen.

Héctor Amodio Pérez, el considerado "traidor" por el MLN retornó este viernes al Uruguay para presentar el libro de Jorge L. Marius "Palabra de Amodio: la otra historia de los tupamaros". Además de la presentación, el extupamaro ofreció una conferencia, de la cual emitimos un resumen antes de comenzar la entrevista con Marcelo Estefanell.

Marcelo Estefanell no asistió a la conferencia, aunque fue invitado indirectamente, a través de notas en distintos medios de comunicación. Esta noche en Código País, dijo que la llegada de Amodio Pérez al país es una continuación de lo que empezó hace algunos años cuando primero hizo una llamada telefónica a un medio y luego envió una carta a otros. Estos hechos produjeron una especie de "terremoto" ya que se trataba de la primera aparición tras décadas de ausencia. En ese momento, Estefanell fue consultado si el autor de esa carta realmente podía ser Amodio y a él no le quedaron dudas. Era. "Era un desaparecido, a partir del 1973 nadie sabia de él" por lo que se construyó "un mito de su ausencia". Tras esos hechos, "el traidor" envió más cartas y le envió una exclusiva a Estefanell. "Yo había dicho al aire en un programa de radio que me daba la sensación por sus cartas de que Amodio no comprendía a cabalidad el proceso histórico-político de Uruguay en los últimos 40 años. Me daba la sensación de que estaba muy anclado en los '60 y a principios de los '70 como si hubiera un agujero negro entre aquello y ahora, cuando en realidad desde la apertura democrática hasta ahora hubo un proceso riquísimo desde el punto de vista político".

Tras la conferencia, Estefanell sigue pensando que "es un hombre anclado" en esa época. "Su tesis fundamental es absolutamente errónea": da vuelta la carga de la prueba histórica, dice que los culpables son los otros y que con él se cometió una gran injusticia porque dice: nunca "'traicioné, marqué ni salí a la calle a señalar gente'. En cambio se la agarra con Sendic y Huidobro, [dice] que ellos negociaron e hicieron el desastre de enfrentar al Ejército en el '72 y así intenta salvar su imagen. Dar su versión de la historia".

Aldo Silva: ¿es un traidor?

"Traicionar es una palabra muy fuerte. Yo creo que sí, en el contexto histórico de 1972 traicionó a sus compañeros. También estoy de acuerdo en lo que dice Marenales, que no fueron las declaraciones de él la causa de la derrota del MLN-T. Son otras, es mucho más profundo (...) pero echarle las culpas a él de la derrota es simplificar desde ese punto de vista las cosas. Pero creo que sí traicionó, porque yo justo fui capturado por el Batallón Florida, dos meses y medio después que él. Y él no estaba con nosotros, ya estaba viviendo en el dormitorio de los capitanes".

Foto de la primera vez que Héctor Amodio Pérez fue capturado (5/julio/1970).

Alfonso Lessa: El Batallón Florida fue un lugar de detención de integrantes del MLN y un lugar fundamental desde la perspectiva militar en el combate de la guerrilla, fue el que tuvo a su cargo la caída de la Cárcel del Pueblo y uno de los lugares donde sí donde hubo negociaciones entre militares y tupamaros pero no a los efectos de traicionar a la organización sino una negociación para, entre otras cosas, terminar desde la perspectiva de los grupos armados con la guerra y realizar una serie de cosas que después el gobierno de Bordaberry no aceptó.

Sigue Estefanell: "Yo caigo ahí el 12 de agosto de 1972, él había caído el 20 de mayo de 1972 y una vez que pasó lo más fuerte y me llevaron a un calabozo, a los pocos días pasé a un pabellón que había al lado y ahí si bien no se podía hablar, durante 24 horas uno se sacaba la capucha, conversaba con sus compañeros y ahí me empecé a encontrar con todos los compañeros que ahora los vi desfilar por los juzgados. Todos habían sido señalados por Amodio Pérez. Martell, Marenales, estaban todos ahí".

Estefanell dijo que entiende que muchas personas "no tienen ni idea del Uruguay de esos tiempos" y que muchas personas "están aburridas" pero que es necesario. "Creo que lo mejor que podría darles desde mi punto de vista de la época y de estos tiempos es que igual es necesario. Tiene sentido seguir hablando de esto porque nos guste o no (...) parte de lo que es Uruguay ahora es porque sucedió eso. Pepe Mujica [fue presidente]. Tuvimos una concepción revolucionaria equivocada, nos derrotaron, salimos, apostamos a un proceso político legal y un compañero que fue rehén llegó al gobierno. Ese es el Uruguay de hoy. Todos los jóvenes que no entienden lo que pasó tendrían que detenerse un poquito y confiar que estudiando todas las versiones pueden llegar a una conclusión".

Aldo Silva: ¿Por qué volvió? ¿Pecó de ingenuo? ¿no se imaginaba que le iba a pasar todo esto?

No tengo una respuesta clara. Tengo una hipótesis. Para mí es la culminación de un intento desesperado de salvar su imagen, de sobrevivir, de dejar algo que sea una versión distinta a la que todos tenemos. Comenzó haciendo intentos, después aparecieron las cartas y él le dijo en algún momento a Gabriel Pereyra que quería escribir un libro y contar la verdad. Se nota la obsesión que tiene de salvar su imagen que ha estudiado profundamente todos los textos de historia reciente que se han publicado.

Alfonso Lessa: Vos viviste episodios muy importantes al lado de él. Me interesa que cuentes el día en que él es destituido, cae y por qué pensás tú que se da vuelta y termina trabajando para el ejército y negociando su libertad.

En mayo del 72 yo era un muchacho de 21 años. Comandaba una columna y la responsable de la columna, la persona que estaba por encima mío y la dirección estaba un estado mayor. En ese estado mayor estaba Alicia Rey Morales. Para mí trabajar con ella era un aliciente, era muy importante; era muy apreciada y la prensa le había hecho una fama desmesurada. Milité con ella un tiempo, por lo tanto Amodio estaba cerca. Si ella estaba ahí, Amodio estaba cerca, era la pareja de años. Un día, cuando ya la represión estaba muy aguda y muy eficiente, [los militares] llegan a un local en Pocitos, buscan un berretín y ahí estaban varios compañeros entre ellos Amodio Pérez y Mujica.

De ahí, cuando empiezan a buscar la puerta de entrada, [los compañeros] se fugan y se van por las cloacas con la intención de ir a otro local que quedaba en La Comercial. Les fue imposible ir hacia el norte porque los caños estaban llenos por la lluvia y el agua los fue llevando hacia la rambla. Allí Alicia Rey Morales se golpea bastante, había tenido una fractura en el fémur hace unos meses, queda muy embromada y deciden dejar a todos los compañeros en lo que llamábamos un caño seco mientras Amodio y otros salen a la calle a buscar auxilio e ir por arriba. Lo hacen, salen en plena rambla y Barreiro y se van para mi casa. Se bañaron, les dimos ropa, y yo estuve a cargo de llevarlos por arriba al local al que no accedieron por abajo. Dos días después los voy a buscar para llevarlos al local donde después fueron capturados.

[En ese momento, el objetivo era que estuvieran en un lugar seguro mientras conseguían la documentación para sacarlo del país y enviarlo a Chile]. El local a donde los llevo se llamaba planimetría y era donde teníamos todos los planos cloacales de Montevideo. A partir de ese momento yo entro todos los días ahí a reunirme con mi responsable. Él estaba ahí, era el que cocinaba, y se pasaba leyendo sobre las redes cloacales. Un día le pregunto por qué miraba tanto y me dice que había que hacer una nueva estrella, yo gran atrevido le dije 'ahora se te ocurre hacer una estrella porque la negra está presa'. En el interín, cuando ellos salen de mi casa, el ejército entra por la red cloacal, siente voces y empieza a tirar. Una compañera es herida y se van y como la negra no puede caminar, ella grita, dice: 'No tiren, soy Alicia Rey Morales'. Ahí cae su compañera.

En ese sentido, dice él, que ella así salvo a sus compañeros. Es verdad, ellos pueden huir. Eso lo quiebra. A fines del '71, inicios del '72 empieza a discrepar con los planes nuevos del MLN: los operativos en el interior, empieza a discrepar con Sendic, Huidobro, pero cae preso en febrero del '72. Se fuga en abril y se escapa pero ya discrepando con lo que se hace y con lo que se va a hacer.

Aldo Silva: ¿Hasta ahí era una persona de fiar?

Creo que sí. Él participaba de alguna forma de la polémica que había. La captura de la Negra Mercedes, Alicia Rey, lo afecta enormemente. Es comprensible eso también. Sumado al hecho de que encima él dice que pidió la baja y no se la dieron. La información que yo tengo es al revés, que se le dieron sí.

Alfonso Lessa: En el local que cae, él te salva.

Yo tenía que entrar una mañana temprano y como señal de alarma había una cortina. Abierta era peligro y cerrada era libre, se podía entrar. Llego y a cortina no existía, la habían arrancado. Por eso no entré. Cuando le pregunté a un compañero que cayó con él quién había puesto la alarma me dijo 'fue el negro'.

Alfonso Lessa: ¿Es verdad que lo condenaron a muerte?

No hay un documento escrito pero era vox populi entre nosotros. Era un condenado.

Alfonso Lessa: ¿Fue por la Cárcel del Pueblo?

No. Fue porque se lo empezó a ver vestido de militar arriba de las patrullas señalando y capturando compañeros.

Aldo Silva: ¿Eso se diluyó?

Creo que sí. Él tomó medidas de seguridad pero el MLN como organización desde el 1985 no es más una guerrilla. Abandonó la guerrilla armada, apostó a la legalidad. Cumplió con todos los pasos. Lleva 30 años y nunca pasó nada fuera de la legalidad. Una condena a muerte cae por su propio peso, no creemos en la pena de muerte.

Aldo Silva: ¿Es un tema entre tupamaros?

Comprendo esa respuesta. Para la inmensa parte de la gente es un tema entre tupas. Lo que pasa es que el movimiento tupamaro es parte de la realidad política nacional. Es parte del gobierno. Sus miembros son ministros y expresidente. Es la realidad. Nos guste o no. Tiene algo maravilloso, quienes nos comprometimos a la lucha armada, quisimos hacer la revolución, nos derrotaron, estuvimos presos, fuimos amnistiados, fuimos por lo legal, llegamos al gobierno y ahora somos parte del gobierno.

Aldo Silva: ¿Has pensado en reunirte con él, conversar?

Cuando estaba con la idea de hacer una obra literaria quería verlo, francamente lo busqué. Después con su aparición en 2013 un poco me empezó a desilusionar, pensé que alguna actitud autocrítica iba a tener. Algo de lo que pasó lo iba a contar. Lo que más me espantó fue una carta que mandó hace poco y que la leí en la web que decía que no lo comparen con Huidobro, [en ese momento] el proyecto literario se fue al tacho.


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