Para Sanguinetti "Vázquez está encerrado en su propia herencia"

El expresidente habló de los conflictos del gobierno y del liderazgo que necesita el Partido Colorado.

Comenzamos citando el discurso de asunción de Tabaré Vázquez en el que hizo referencia a los 30 años ininterrumpidos de Democracia en Uruguay

¿Se sorprendió con este discurso de Vázquez?

Me sorprendí gratamente porque es un buen recuerdo y era una referencia histórica. Los uruguayos solemos tener la idea de que hemos tenido siempre democracia, de que no ha habido interrupciones.

"Es un capo, un encantador de serpientes..."

En el caso de Mujica fue muy particular, porque en ese libro no deja títere sin cabeza. Empezando por el actual presidente Vázquez.

¿Cómo ve la marcha del segundo gobierno de Vázquez?

El doctor Vázquez marcó una línea estética distinta (...). Volvemos a un gobierno con corbata. Eso hace a los estilos y a la sustancia, normalmente el hábito hace al monje. El gobierno tiene que enfrentarse hoy a dos grandes enemigos: uno es la herencia de sí mismo, que está allí, y dos: sus viejos fantasmas. Por eso el presidente ahora habla de cómo hacer para irse a la izquierda. Hereda déficit fantásticos, situaciones críticas en OSE (...) que hoy es la empresa del agua turbia.

De ANCAP ni hablemos, una empresa que sigue aumentando su pérdida. Otros temas que están allí y que son como bombas de tiempo, el famoso Alas-U cuyo destino no está claro. Vázquez tiene que administrar sus promesas y el imaginario colectivo a la izquierda, cuando ahora dice que hay que desindexar los salarios hay todo una tormenta. Hay una cosa que es bueno decirla, el salario real del cual se habla estos días, es el salario nominal fijado en comparación con el costo de vida.

A mí me dan 10% de salario y el costo de vida es 12%, entonces el salario real perdió dos puntos. Ahí está el factor inflación donde el gobierno de Vázquez también está encerrado en su propia herencia. Tiene una gran dificultad de competitividad exterior, tenemos sectores como la lechería en una situación de crisis. La competitividad se mejora devaluando pero eso a su vez le apunta a la inflación, entonces el salario baja. Esos son los dilemas a los cuales está enfrentado el gobierno.

Ya han pasado 100 días de gobierno, ¿qué opina de la gestión?

Yo diría que no ha habido grandes acciones detonantes, que generen realmente una situación sustantiva. Podemos mirar diversos planos. Una que realmente me disgustó fue el decreto de retrotraer la época del terrorismo de Estado al año 68. Hay una falsedad histórica que me disgustó mucho desde el punto de vista cívico. Además, hay una doble cara.

El presidente está haciendo una buena campaña sobre el alcohol que no se está haciendo con la marihuana. Hoy los muchachos de Uruguay no tiene la menor idea de los daños que hace la marihuana. El tabaco todos tenemos claro el daño que hace, no hay dudas, el que fuma sabe el riesgo que corre. En cambio de la marihuana no, ahora parece que la marihuana cura todo. Es muy peligroso para la juventud, porque las adicciones que aparecen en esa temprana edad, luego pasan a ser irreversibles.

¿Le preocupa la situación económica actual?

Todos estamos preocupados en la medida en que se terminaron los diez años de bonanza (...). Eso se terminó. ¿Vamos a una crisis? No, el mundo no va a una crisis, no se vislumbra. Estamos en un momento en que hay que administrar. En América del Sur los tres más grandes están estancados en economías que no están creciendo. Todo eso nos impone tener muy claras las prioridades. Porque cuando todo es prioridad, nada es prioridad. El gobierno tiene que tener claro dónde invertir.

¿Se viene una escena conflictiva con los sindicatos?

Siempre ha habido conflictos y los va a seguir habiendo. Lo que ocurre es que el sindicalismo muchas veces hoy esgrime el clásico discurso al Frente (...). Entonces ahí se enfrentan a lo que fueron las promesas electorales que incluso han merecido debates en estos días entre el economista Olesker del gobierno pasado y los economistas actuales.

¿Parece entonces que la mayor oposición a Vázquez está dentro del FA?

No digo la mayor oposición. Yo creo que la oposición está para controlar, vigilar y mirar y eso debe seguir haciéndolo con mucha más claridad.

¿Cómo debería ejercerse la oposición política?

Tiene que ser más constante, persistente y tener más claros sus objetivos. La oposición está para esclarecer. Hoy estamos en una gigantesca mentira estadística, los números se presentan de un modo que hacen decir lo que no es verdad. Yo creo que la economía moderna si no hay un cambio sustancial está condenada. A 12 años de educación, en Uruguay solo llega el 28%. Paraguay llega al 45%, Brasil al 47%. Son cifras oficiales. Es decir, Uruguay está enormemente retrasado. Eso en cuanto a la cantidad, si vamos a la calidad es aún peor.

¿Qué fracasó?

Está fracasando todo el sistema educativo. Los gremios de la educación en toda América Latina son un factor de retroceso, hoy son fuerzas conservadoras. El propio Mujica de un modo simplista intentó hacer algunos cambios. Los gremios no aceptan el cambio. En los últimos diez años se ha elegido en general la conducción en esas gremiales. Es gente que es extraída de esa visión conservadora y que le cuesta mucho decir: hay que cambiar todo, hay que establecer evaluaciones más precisas, programas más activos, más horas de trabajo.

Usted ha hablado de una oposición moderada ¿qué rol está cumpliendo?

La oposición ha dicho todo esto pero no tiene algunos instrumentos que antes existían. No tiene la posibilidad de establecer comisiones investigadoras, que antes eran los grandes instrumentos. En segundo lugar tampoco hay la posibilidad mínima de interpelaciones exitosas. Hoy todas terminan con 50 votos diciendo que el ministro es maravilloso. La oposición se ve limitada por esa mayoría absoluta que le ha hecho daño al Frente. La oposición está limitada por esos factores, ojalá encuentre un buen espacio.

¿No es un tema de liderazgo?

Vamos a entendernos. Estamos a muy poquitos meses de la instauración de un gobierno, el liderazgo opositor se va a ir gestando. Ya veremos cómo evolucionan los blancos y colorados. De pronto aparecen nuevos liderazgos.

¿Qué piensa de La Concertación?

Yo como ciudadano colorado lo lamento, si se hubiera manejado mejor... Porque si usted mira los números no fue tanta la distancia. Yo creo que La Concertación tiene futuro, yo la dejaría vigente. Al final son 40.000 votos de distancia, que no es tanto. A nivel nacional es otra cosa que también la gente en los análisis no señala. Eso es la doble vuelta, no inventamos nada, en la primera se vota con el corazón y en la segunda se vota con la cabeza.

¿Por qué votó tan mal el Partido Colorado?

Hubo errores políticos, la elección del vicepresidente (...). Se produjo un quiebre y se desanimó, se desalentó y se pagó por ello. La fórmula en sí no fue un error. Coutinho era un intendente que todo el mundo elogiaba. Esto no quiere decir que hoy el Partido no tenga las mismas causas de siempre. Lo importante es si uno tiene causas para seguir peleando y el Partido Colorado las tiene porque representamos muchas cosas, como la sociedad laica.

¿Es necesario un nuevo liderazgo político en el Partido Colorado?

Los liderazgos son siempre necesarios. Pedro Bordaberry tiene que tener más presencia. Amorín también, lo mismo Tabaré Viera.

¿Qué opina de lo que dijo Fernando Amado?

Yo no opino nada, solo lamento que diga eso de dos personas que no estamos en la responsabilidad política. Yo diría que las actitudes negativas nunca rinden. Yo me quedo con el diputado Amado que siempre conocí.

¿Cuál es su opinión del TISA?

El TISA es un intento de acuerdo comercial abierto en los sectores de servicio. Recién se está empezando a negociar. No olvidemos que Uruguay es un gran vendedor y exportador de servicios. ¿Cómo el Uruguay va a estar al margen? Es absurdo ideológicamente decir que todo lo que venga del mundo global es malo porque eso es condenarse al fracaso.

Mirá la última pregunta de Antonio Ladra a Julio María Sanguinetti. 


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