Tres historias sobre casos de prisión indebida: condenados por delitos que no cometieron

Se trata de personas que son procesadas y que, luego de sostener su inocencia y de demostrarse que no eran culpables, son liberados por la Justicia.

El primero de los casos es el de Jonathan Farías, que en mayo de 2009 fue procesado por dos rapiñas. Farías trabajaba en una feria y no tenía antecedentes penales. Juraba y perjuraba que no era el autor de esas rapiñas. Finalmente, un Tribunal de Apelaciones lo liberó en setiembre de 2013, luego de pasar cuatro años  y cuatro meses en el Comcar.

El segundo caso es el de Rodrigo Acevedo, que también le hizo un juicio al Estado por una prisión indebida. En su caso se trató de una rapiña especialmente agravada que no cometió. Su familia llegó a pagar la ampliación del video de la rapiña, que les costó unos siete mil dólares, para que se pudiera ver que él no era el autor de ese delito. Pasó tres años y siete meses en prisión.

El último caso de prisión indebida lo presenta la madre de un preso. En este caso, su hijo actualmente está preso por una rapiña que sí cometió. Su madre afirma que tres años y diez meses que pasó en el Comcar por una rapiña que se demostró no había realizado, fueron lo que lo llevó a la situación actual, debido a que profundizo su adicción a las drogas.


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