ASSE registra cuatro casos en Uruguay vinculados al juego "Ballena Azul"

“Ganar en el juego implica llegar al último punto, que es la muerte”, explicó el director de Salud Mental de ASSE.

El temible juego de la “Ballena Azul” llegó a Uruguay. Una adolescente de 13 años fue internada en el Hospital de Rivera luego de hacerse heridas punzantes como parte de este juego. Uno de los 50 retos que deben seguir quienes participan es hacer un dibujo de la ballena en el brazo con una navaja y luego enviarla a lo que se llama “el curador”. El paso número 50 de este juego es el suicidio. El juego nació en Rusia, pero también se expandió en Brasil, donde ya ha habido muertes.

Hablamos con el director de Salud Mental de ASSE, Horacio Porciúncula, sobre el juego “Ballena Azul”.

Tiene desafíos progresivos y es planteado como un juego macabro. Una de las cuestiones que nos llamó la atención es que ganar en el juego solo implica llegar al último punto que es la muerte, no hay una alternativa.

En este caso, la población objetivo son los adolescentes. Es una etapa de la vida en la que la experimentación es un elemento natural, pero que, además, en algunos adolescentes, porque no son todos, tienen determinados rasgos de vulnerabilidad que son aprovechados. El juego implica poner documentado en Internet las acciones que uno va haciendo: genera un público con mucha morbosidad por este tipo de acciones. El que juega no es el usuario que hace las acciones, sino alguien que desde atrás, utilizando la manipulación. Y la población que está mirando esto.

Hay otros juegos, actividades y seriales, como la de Netflix: “13 Reasons Why”. Hoy tenemos información de cuatro casos. Y en las últimas 24 horas recibí llamadas de madres preguntando qué hacen. La clave de todo esto, más que alarma, es alerta.

Este juego tiene algunas acciones que son fácilmente detectables por los padres. Por ejemplo, un paso es mirar 24 horas seguidas películas de terror: eso es detectable por los padres. Suele traer un progresivo cambio de conducta, que es muy fuerte, porque empieza a sentirse más angustiado.

Es muy bueno hablar sobre el tema con los jóvenes. Hay un tabú que  es no hablar del suicidio. Pero le decimos a los padres que les pregunten directamente a sus hijos si están pensando en hacerse daño, qué les pasa. No hay que tener conductas de represión. Eso implica enfrentar nuestros propios miedos. Los padres tienen que buscar ayuda, consultar.

En ASSE tenemos en todo el país equipos preparados para enfrentar este tipo de situaciones. Lo mismo a nivel privado.

Si bien la situación es compleja y dramática, es una buena oportunidad para hablar con la población en general. Si bien Internet es una herramienta formidable, abre cualquier ventana.

Caso de Rivera

Ella está bien. Tuvimos comunicación con los colegas que la atendieron. Está en el hospital en este momento. Estamos profundizando en ese caso. Las publicaciones determinaron que otros consulten por las mismas razones.

Se está recuperando y recibiendo la ayuda correspondiente, ahora y a futuro.


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