Monseñor Milton Tróccoli dijo que hasta ahora recibieron dos denuncias por casos de abuso sexual

El vocero de la Conferencia Episcopal explicó cómo funciona el protocolo que elaboró la Iglesia Católica para investigar estos casos.

La Iglesia Católica publicó el 12 de abril un comunicado en el que pide disculpas y expresa el dolor y la vergüenza por los casos de abuso sexual por parte de sacerdotes. Este es el comunicado completo:

Los obispos desde hace cuatro años hemos venido prestando especial atención a este tema. Primero elaboramos, con la ayuda de profesionales expertos, el Protocolo de acción frente a denuncias de abuso sexual a menores por parte de clérigos. El año pasado recibimos a los miembros del equipo de prevención de abusos de la Iglesia de Chile, que está integrado por sacerdotes, psicólogos y abogados, y estamos abocados a la creación de una comisión para la prevención de abusos en nuestra Iglesia.

A su vez, cada congregación religiosa e instituto de vida consagrada ha elaborado su propio protocolo para atender denuncias contra sus miembros.

Pedimos perdón a las personas que han sufrido abusos por parte de algunos clérigos y religiosos en nuestro país. Sentimos dolor y vergüenza ya que son personas que habiendo prometido servir a Dios y al prójimo, cometieron actos aberrantes.

Todos saben que, desgraciadamente, hechos como estos, se denuncian de unos años a esta parte en diversos países, y en todos los estratos de la sociedad. Pero de ningún modo se puede justificar que ocurran en la Iglesia. Hacemos nuestras las palabras que Benedicto XVI dirigió a los autores de hechos similares: “traicionaron la confianza depositada en ustedes por padres que les confiaron a sus hijos. Deben responder de ello ante Dios todopoderoso y ante los tribunales debidamente constituidos”.

Frente a las denuncias de casos de personas dañadas, reiteramos nuestra firme disposición a recibirlas, escucharlas y acompañarlas, investigando y procediendo con rigor de acuerdo al  Protocolo antes mencionado. También manifestamos nuestra total disponibilidad para colaborar con la justicia.

Reconocemos al mismo tiempo la generosidad de la gran mayoría de sacerdotes y consagrados que a diario entregan su vida al servicio del prójimo. Reafirmamos el valor de la consagración a Dios mediante el celibato, que la Iglesia mantiene, como un modo especial de seguimiento de los discípulos de Jesús.

Nuestra diaria tarea nos pone en contacto con la fragilidad humana. Somos conscientes de las miserias propias y ajenas, y de la necesidad de la ayuda de Dios y el apoyo de los hermanos que nos sostengan. Así podremos superar desgaste y fragilidades. La fidelidad del cristiano, en cualquier opción de vida, es un don y también una responsabilidad.

Nos comprometemos a seguir examinando con cuidado las motivaciones y aptitudes de los futuros sacerdotes, y también en la adecuada formación para la prevención de quienes colaboran en las comunidades, instituciones u obras sociales eclesiales.

Los obispos de la Conferencia Episcopal del Uruguay
Florida, 12 de abril de 2016.

Monseñor Milton Tróccoli, vocero de la Conferencia Episcopal y obispo auxiliar de Montevideo, habló en Desayunos Informales sobre esto. "Hace cuatro años comenzamos un proceso, primero creando el protocolo para casos de denuncias de abusos, después el año pasado recibiendo a los integrantes de la comisión de prevención de la Iglesia de Chile. Este año en noviembre recibimos a los expertos de Chile y en esta Conferencia fue que decidimos hacer este comunicado y poner a disposición una línea telefónica para recibir las denuncias", dijo. La línea telefónica es 095382465, de lunes a viernes de 14:30 a 18:30.

Tróccoli explicó que hasta ahora, desde que se puso en marcha el protocolo, han recibido dos denuncias en Montevideo. Hubo un tercer relato en Maldonado, pero el afectado no continuó la denuncia. En uno de los casos no se pudo comprobar el hecho y el segundo está aún en juicio canónico.

El sacerdote explicó que se está trabajando en la prevención de estos casos. Por ejemplo, en los colegios toda comunicación con los alumnos debe ser a través de las plataformas del colegio y no se puede tener contacto en redes sociales privadas. Tampoco un educador o sacerdote puede ir solo de campamento con alumnos, sino que siempre debe haber otros adultos.

Tróccoli aseguró que la Iglesia está convencida que los sacerdotes que cometieron este tipo de actos forman parte de una pequeña minoría, que la mayoría son los que trabajan "con fidelidad y entrega en circunstancias sacrificadas para seguir sirviendo al pueblo de Dios y la sociedad".

Si un abuso se comprobara, el sacerdote sería separado de su cargo y puede ser separado definitivamente del ministerio sacerdotal. Además si el denunciante es un adulto, se lo invita a hacer la denuncia ante la justicia. Si el denunciante es menor, la Iglesia misma hace la denuncia.


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