Bullying en Uruguay, ¿una problemática estudiantil en aumento?

Se gordo, no ser querido o ser poco sociable son algunas cosas que pueden llevar a un escolar a ser discriminado y sufrir bullying. Uruguay ocupa el cuarto lugar en América Latina en países con casos de bullying. Se define como el acoso físico o psicológico al que someten de forma continúa a un alumno. […]

Se gordo, no ser querido o ser poco sociable son algunas cosas que pueden llevar a un escolar a ser discriminado y sufrir bullying. Uruguay ocupa el cuarto lugar en América Latina en países con casos de bullying.

Se define como el acoso físico o psicológico al que someten de forma continúa a un alumno. Se da entre los escolares y para ser catalogado como acoso escolar debe ser hecho de forma reiterada y a largo plazo. La forma de sufrir bullying puede ser verbal, con insultos y menosprecios; físico, con empujones y patadas; psicológico, minimizando la autoestima de la víctima y generando temor o social, con exclusión o aislamiento de la persona del resto del grupo.

Según el relevamiento de Unicef y el Consejo de Educación Secundaria realizado en 2014, los niños son acosados principalmente en forma verbal, después se ubica la exclusión, sigue la agresión contra objetos de la persona y por último agresión física.

El bullying no presenta diferencias significativas entre hombres y mujeres en cuanto a víctimas, pero entre los agresores prevalece el sexo masculino.

Otra de las conclusiones de este estudio es que los estudiantes cuyas familias son más presentes e involucradas en sus vidas, son menos propensos a ser agresores que los que tienen padres ausentes.

También determinaron que las redes sociales como Facebook, Twitter, Snapchat o Whatsapp son las nuevas plataformas en donde se desarrolla el acoso escolar.

En nuestro país hay varios casos de bullying a nivel judicial, si bien no existe una normativa constitucional específica sí se pueden aplicar acciones civiles o penales para los menores agresores y sus familias.

En Desayunos Informales nos acompañaron la psicóloga Silvana Giachero y el abogado Néstor Gutiérrrez.


Las Más Vistas