Estuvieron como invitados la psicóloga Martha Flores, especialista en el tema, y Fernando Acevedo, un hombre que atravesó el proceso y contó su testimonio.
Esta Boca es mía tuvo una tarde mística con el tema de los registros akáshicos, la memoria del alma. Según esta creencia, todo lo sucedido en vidas pasadas está "grabado" en una suerte de archivo en el éter, y por lo tanto ese "todo" es accesible a través de alguien instruido en la práctica. Una suerte de inconsciente que uno conoce, pero no recuerda al que se puede llegar abriendo los registros akáshicos.
Fernando Acevedo es un joven que se sometió a la práctica y contó su testimonio en el programa, y la psicóloga Martha Flores, especialista en el tema y quien trató a Acevedo, contó cómo es el proceso, cómo llegó a conocer el tema y también su experiencia propia al abrir sus registros. "Podés ver tu misión, podés conocer tu dolor básico, qué viniste a trabajar. El dolor de tu familia", explica Flores. Dice que cuando uno tiene un problema, está dentro y le cuesta verlo de otra manera más profunda para resolverlo. "Lo que permite el registro como una herramienta de ayuda es salir de esa situación desde una perspectiva álmica o superior", afirma la psicóloga.
Las diferencias entre el pensamiento de Flores y Acevedo y las visiones muchas veces escépticas o simplemente distintas del resto de los panelistas del programa generó intercambios profundos y discusiones de fe y también místicas.
