Debate sobre el alquiler de vientre

A partir de la historia de lucha del futbolista argentino Ezequiel Garay y su esposa por ser padres debatimos la opción de subrrogación de un vientre como forma de alcanzar la paternidad.

Después de tres años y 18 intentos de fertilización asistida fallidos, Ezequiel Garay y su esposa, la española Tamara Gorro, decidieron convertirse en padres mediante el método de gestación subrrogada y el 12 de octubre, en Los Angeles, Shaila Garay llegó a este mundo. Esta historia recorrió el mundo en los últimos días y nos sirvió de puntapié para comenzar a hablar de tema.

Sin embargo, contamos también con el testimonio de una mujer uruguaya que está pasando por una situación distinta. Cuando se casó con su esposo soñaban con ser papás, pero un tiempo después tuvo que someterse a una histerectomia radical. Luego de un diagnóstico bastante complicado tuvo que tomar rápidamente la decisión de preservar sus óvulos, antes de que le realizaran la operación.

"Cuando las cifras empiezan a aparecer, se empieza a desdibujar la ilusión que uno tiene", contó la mujer. En Estados Unidos, según los datos que ella aportó, cuesta entre 70 y 100 mil dólares. La ley uruguaya tampoco la ampara, ya que tiene que ser una familiar de primer o segundo grado la que preste el vientre. O sea, una madre o hermana de alguno de los dos miembros de la pareja. En el caso de esta pareja, sus hermanos son hombres y la mamá falleció.

Nos acompañaron para hablar de este tema la ginecóloga y especialista en fertilización Marisa Dellepiane y la integrante del grupo "El sueño de ser mamá" Verónica Opazo.


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