La segunda noche de Carnaval de Río llenó el Sambódromo de colores y grandes apuestas técnicas

Hubo algún otro error que no llegó a empañar el desempeño de las seis escolas que desfilaron.

Vila Isabel fue la encargada de abrir la última jornada del Carnaval de Río de Janeiro en el Sambódromo de Sapucaí. El tema elegido por la escola de Marthinho da Vila fue homenajear al político Miguel Arraes, con cientos de símbolos pernambucanos y atractivo especial de la reina de la batería Sabrina Sato.

La Opéra de los Malandros copó la vía del Sapucaí con el desfile de Salgueiro. La escola rojiblanca busca mantenerse en las primeras posiciones tras dos segundos puestos en las últimas ediciones. Muchos personajes de la noche carioca se hicieron presentes, con un dirigible flotando por encima e la batería más allá de algún desperfecto técnico.

La histórica Rosa Magalhães participó en el desfile de la escola São Clemente, la única del sur de Río y que lleva sus colores en honor a Peñarol. Tuvieron un tributo a los payasos y olas multicolores, aunque también los afectaron fallas técnicas, como el resbalón de su reina de la batería.

El desfile de Portela era de los más esperados y cumplió con las expectativas. Tiene 21 títulos pero no consigue ninguno desde 1984, y buscó la innovación con su enredo y una apuesta impactante que se robó todos los aplausos.

Imperatriz Leopoldinenses inundó el Sapucaí con sus colores y un homenaje a Zezé Di Camargo e Luciano, íconos de la música sertaneja. Para ello utilizaron un encare innovador del samba, con acordes arriesgados pero afines a la propuesta.

Mangueira, la más popular de las escolas, quiere recuperar la gloria perdida desde 2002, y para ello se rindió ante los encantos de Maria Bethânia, cantautora con 50 años de trayectoria artística. Fue la encargada de cerrarlo como destaque en el último carro.

Este miércoles se conocerá a la escola ganadora.


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