Kevin es interpretado por James McAvoy tiene 23 personalidades y una más se asoma.
El director indio M. Night Shyamalan regresa para pasar por los laberintos de la mente con una nueva cinta que se asemeja a "Sexto Sentido". Resulta un relato demencial, una maraña cinematográfica de suspenso, terror y eventos sobrenaturales que ya es un éxito taquillero en Estados Unidos.
El relato gira en torno a un secuestro. Esta vez la trama trata de Kevin, protagonizada por el multifacético James McAvoy, una víctima de abuso infantil que desarrollo un trastorno de identidad disociativa que le dio 23 personalidades.
La película comienza cuando el psicópata secuestra a tres adolescentes, a quienes encierra en una celda colectiva y luego las pasa a celdas individuales. De la terna de víctimas, solo Anya Taylor-Joy, quien interpreta a Casey, será quien entienda los rasgos de su captor.
En paralelo, Kevin tiene sesiones con la Dra. Fletcher, psiquiatra especializada en identidades dominantes. Impresiona el trabajo de McAvoy, quien hace un papel retorcido muestra un desdoblamiento físico y verbal que da una gala de histrionismo, con personajes sucesivos y conversaciones entre ellos.
Sin embargo, haber reducido las identidades y dar profundidad a unas pocas hubiera sido más provechoso. El secuestro obedece al pedido de una nueva personalidad que está por aflorar: la bestia, la vigésimo-cuarta.
Una película pesadillesca, con altibajos, minutos de más y subtramas que poco aportan a la historia pero es efectiva para quienes buscan un sobresalto.
