Frank es uno de los mayores símbolos del Holocausto, una de las peores tragedias de la humanidad.
Con la presencia de la intendenta de Montevideo Ana Olivera, el presidente del Comité Central Israelita Sergio Gorzy y el embajador de Alemania en Uruguay Heinz Peters se inauguró el monumento a Ana Frank ubicado en el Parque de la Amistad, en el predio del zoológico de Villa Dolores. Fue un regalo de la administración de José Mujica a la colectividad judía.
Frank fue una adolescente alemana que vivió la mayor parte de su vida en Ámsterdam, Holanda, y fue allí donde escribió una de las obras clave del Holocausto, tal vez la más difundida: su diario. Frank pertenecía a una familia judía que se escondió en una serie de habitaciones ocultas en una casa, a las que se accedía a través de una puerta oculta tras una biblioteca. En el encierro, la niña escribió su obra, incompleta luego de que su familia resultara traicionada y todos fueran llevados a los campos de concentración. Deprimida tras creer que toda su familia había muerto, Frank cayó enferma y falleció en el campo de concentración de Bergen-Belsen en marzo de 1945, apenas un mes antes de la liberación del campo. Pero su padre había sobrevivido e impulsó su obra y su historia hasta convertir a la joven en un símbolo.
La escultura del artista uruguayo Rubens Fernández Tudurí es de 1965 y no presenta la imagen sonriente de la niña difundida una y mil veces, sino que a partir de esa fotografía construye una figura de Frank arrodillada y a punto de morir.
"Mi padre fue un escultor dedicado a todos los problemas sociales, a la gente que sufría distintos tipos de discriminación y a problemas de la humanidad que tenían que ver con los derechos humanos, y esta la representa de alguna manera para decirle a todos que nunca más deberían suceder cosas como esta, tan terrible", dijo a la prensa Anabel Fernández, hija del autor. Rubens Fernández hijo destacó que la escultura cumple 50 años de su realización y coincide con los 70 años de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz-Birkenau, uno de los más tristemente célebres.
