Con el 64% de los votos, el suizo Joseph Blatter ganó su quinto período al mando del fútbol mundial.
206 federaciones nacionales de fútbol se hicieron presentes en Suiza para votar por el próximo presidente del máximo organismo rector de ese deporte, la FIFA. Apenas dos días del escándalo de corrupción que dejó a varios altos mandos detenidos -entre ellos el uruguayo y vicepresidente del ente, Eugenio Figueredo-, el mandatario actual Joseph Blatter y el príncipe jordano Alí bin Al Hussein se enfrentaron en una elección democrática a la vieja usanza, sin voto electrónico. Luego de un conteo bastante largo, Blatter se coronó una vez más como líder del fútbol mundial.
Ali bin Al Hussein, quien tenía el respaldo de la UEFA y de figuras como Diego Maradona, un hombre responsable de la creación de la Asociación de Fútbol del Oeste de Asia, realizó un discurso previo a la votación en la que habló específicamente de la necesidad de la transparencia: “El futuro pasa por la transparencia. Somos la familia de la FIFA, estamos en la encrucijada del fútbol, debemos resolver los problemas y no esconderlos”, sostuvo en referencia a las denuncias presentadas por la Justicia estadounidense.
Joseph Blatter, por su parte, basó su discurso en la experiencia con que cuenta, ya que entró a la FIFA en la década del 70 y la preside desde el '98, cuando sucedió al todopoderoso Joao Havelange. El suizo dijo que el fútbol necesita ahora más que nunca de alguien experimentado, a la hora de limpiar la imagen del deporte: “Sé que puedo contar con ustedes (…) apuesto al espíritu de equipo para avanzar juntos”.
Para explicar el funcionamiento de las elecciones hay que entender mejor la composición del electorado: la Confederación Africana tiene 54 países, la UEFA tiene 53, la asiática tiene 46, la Concacaf tiene 35, la de Oceanía tiene once y la Conmebol, diez. Finalmente, Blatter tuvo 133 votos y el jordano tuvo 73. Para ganar en primera vuelta, el suizo necesitaba 140 votos, apenas siete menos, quizá los de la Conmebol que cambiaron a último momento -excepto Brasil, cuyo delegado dejó el país europeo luego del escándalo-. Al ver que la derrota era segura porque el triunfo en segunda vuelta requiere tan solo 104 sufragios, Alí bin decidió bajarse de la carrera y Blatter conquistó así su quinto período consecutivo con el 64% de los votos.
Ese es un número alejado del 91% que tuvo en 2011 y mucho más del 2007, cuando no tuvo rival, lo que muestra el golpe que supusieron las denuncias ocurridas en la semana en Suiza.
