El Barcelona aplastó por 6 a 1 a la Roma con doblete de Luis Suárez

El equipo culé dio una lección de fútbol al italiano con un tridente ofensivo en nivel óptimo.

La maquinaria ofensiva del Barcelona es de temer: Lionel Messi, Neymar y Luis Suárez son los mejores delanteros actuales de Argentina, Brasil y Uruguay respectivamente, con todo lo que eso significa por ser una de las regiones que más apasionadamente viven el fútbol en el mundo. Incluso, mientras Messi estuvo lesionado en el último par de meses, Suárez y Neymar estuvieron a la altura y la máquina no paró de funcionar aceitadamente. Por lo tanto, con el regreso del 10 argentino a la cancha, la Roma no tenía chance en el cruce entre ambos equipos por la UEFA Champions League.

Se había debatido cómo se acoplaría Messi a un once que había aprendido a trabajar sin él, pero el tridente estuvo particularmente enchufado, con la conexión con la mitad de la cancha funcionando a la perfección, y así el festival de goles comenzó rápidamente. Los pases rápidos a un toque que hicieron imparable al Barcelona en la década pasada volvieron en su mejor forma para dejar solos en la definición tanto a Suárez para abrir la cuenta como a Messi para extenderla en tan solo quince minutos de juego. En este último, fue el propio Suárez el que puso en carrera al argentino, en un pase de primera. Antes del cierre del primer tiempo, el 9 uruguayo tomó una pelota suelta en el área tras un rebote y remató de volea para marcar la goleada con un zapatazo.

El segundo tiempo no fue mucho mejor para los italianos. Pocos minutos habían transcurrido cuando otra vez Suárez y otra vez a un solo toque dejó solo a Messi, que en esta ocasión tocó al medio para la entrada en solitario de Gerard Piqué. Más tarde fue Neymar el que centró rastrero y Suárez tocó desde el punto penal -aunque quedan dudas de si no trató de pegarle al arco- para la aparición en velocidad de Messi, que remató y volvió a hacerlo tras el rebote del arquero y la pasividad de una defensa que nunca pudo tapar ninguna gotera contra la marea de fútbol que se le vino encima. El sexto tanto llegó con un penal rematado por Neymar sin tomar carrera; el golero Szczesny tapó y rebotó hacia un costado, para la aparición de Adriano que remató de primera y la colgó del ángulo de manera poco creíble.

Es que cuando el Barcelona juega enchufado, no se trata solo del espectacular e implacable tridente ofensivo: no hay otro cuadro del mundo que esté a la altura en su conjunto del nivel de juego de los catalanes.


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