Los argentinos tienen una inflación de casi el 30%, mientras que los brasileños profundizan su crisis política y entran en recesión.
Como nos viene sucediendo desde que existimos como país, estamos de nuevo rodeados. Argentina y Brasil atraviesan momentos de gran incertidumbre económica y política, lo que genera una paralización de las inversiones de las empresas, afecta el empleo, trae recesión o estancamiento y hace que los inversores se vuelquen al dólar.
El dólar paralelo en Argentina ya sobrepasó los $16 pesos y en Brasil la moneda estadounidense vale más de cuatro reales. Repasemos los principales indicadores económicos de nuestros vecinos:
En Argentina se prevé otro año de estancamiento, sin crecimiento del PBI, mientras que Brasil ya entró en recesión y se espera que este año su PBI caiga 2,5%. En ambos países la cuentas del gobierno no cierran y el déficit fiscal alcanza entre el 7 y el 8% del PBI. Además, en Argentina continúa la inflación elevada, cercana al 30% y en Brasil está por superar el 10%.
A nivel político, Brasil enfrenta la peor crisis de credibilidad de su presidenta, mientras que en Argentina habrá elecciones el próximo 25 de octubre.
Ninguno de los candidatos ha clarificado cómo piensa recomponer la economía y por lo tanto en los próximos meses seguirá habiendo incertidumbre.
¿Cómo le pega esto a Uruguay? Deterioro de las exportaciones a la región, menores ingresos por turismo, pérdida de competitividad frente a terceros países (estamos caros en relación con nuestros vecinos). En este contexto, en nuestra plaza cambiaria los inversores se siguen volcando al dólar pero por ahora el Banco Central ha decidido contener el alza de esta moneda y vender parte de sus reservas.
Detrás de esta decisión está la de contener a la inflación en momentos en que aún no se ha aprobado la Ley de Presupuesto, y mientras continúan las negociaciones de ajustes salariales. Probablemente esta situación se vaya a mantener hasta tanto se cierren estas negociaciones.
