Laura Raffo nos cuenta en su columna cómo le ha ido a Brasil y Argentina en su economía últimamente.
Brasil y Argentina, ¿retoman crecimiento o no? Argentina enfrentó más problemas de lo esperado, Brasil tiene un gobierno que no termina de generar confianza.
¿Cómo vienen sus economías?
Todos los uruguayos lo tienen muy claro. El acontecer económico de nuestros vecinos signa cómo será nuestro año. No en vano, nuestros vínculos con Argentina y Brasil trascienden lo meramente comercial y tienen un profundo que ver con nuestro sistema financiero, cambiario, turístico y cultural.
Comencemos con Argentina:
No fue un año sencillo para Mauricio Macri. Luego de que se emprolijaron las estadísticas oficiales, que ya sabíamos que habían sido manipuladas por el gobierno anterior, se confirmó que la economía Argentina había entrado en recesión en agosto de 2015.
Recordemos que había fuertes desequilibrios que arreglar: el sistema cambiario doble, el default en los mercados internacionales, las tarifas públicas subsidiadas, los impuestos a las exportaciones, entre otros.
Todos estos desequilibrios se fueron ordenando en 2016 pero hubo costos no menores.
ARGENTINA
PBI rebota por impulso del consumo gracias a menor inflación, más mejora de clima empresarial e inversión.
Se pueden declarar o “blanquear” los bienes que estaban “ocultos”, es decir no declarados antes ante el fisco, ya sea en el país o en el exterior.
Los bienes se blanquean cumpliendo con ciertos requisitos de información, que serán establecidos por la AFIP y abonando un impuesto especial del 5%, 10% o 15% según se trate. Existe la posibilidad de realizar el blanqueo sin abonar el impuesto especial, si el dinero se invierte en ciertos instrumentos dentro de los plazos determinados.
Continuar recortando el déficit fiscal constituye una importante prioridad, el cual sigue siendo 5 % del PBI argentino y es una señal de alerta.
¿Y cómo vienen las cosas por Brasil? Porque allí el cambio de gobierno fue mucho más violento y los temblores políticos tenían muy paralizada a la economía.
Sin duda Brasil vivió un año para el olvido, después de un 2015 que ya había sido truculento.
Un país donde no se sabía quien iba a gobernar, donde las finanzas públicas no tienen control…. Es imposible tomar decisiones de inversión o de contratación de personal por parte de las empresas.
El FMI espera que la actividad comience a recuperarse gradualmente, pero permanezca débil durante un período prolongado. La proyección se basa en el supuesto de que el tope del gasto fiscal y la reforma de la seguridad social se aprueben y que el gobierno cumpla con los objetivos fiscales propuestos para el año 2016. Desde comienzos de año está rigiendo la medida de mantener el gasto público estable en términos reales, los analistas locales aguardan que las cuentas fiscales muestren cierta mejora en los próximos meses.
Las perspectivas están sujetas a riesgos a la baja, incluyendo la reintensificación de las incertidumbres políticas (por ejemplo, como resultado de la evolución de la investigación sobre la corrupción) y los riesgos relacionados con un prolongado período de crecimiento lento de las economías avanzadas y emergentes, especialmente China, nuevas bajas en los precios de las exportaciones y condiciones financieras más estrictas.
