El presidente Nicolás Maduro dijo que condenaba el hecho y el responsable fue detenido, pero las aguas no se calmaron.
En Venezuela se incrementó la tensión tras el asesinato de un estudiante de catorce años en los enfrentamientos violentos entre manifestantes opositores y fuerzas de seguridad en la ciudad de San Cristóbal. Si bien se detuvo al policía que según varios testigos le disparó en la cabeza al joven, las aguas -ya agitadas luego de que se detuviera al alcalde opositor de Caracas- no se calmaron.
San Cristóbal, ubicada en el suroeste del país, ha sido el epicentro de las protestas antichavistas en Venezuela. "Condeno este asesinato", dijo el presidente Nicolás Maduro, y aseguró que había ordenado investigar el caso de inmediato, lo que según él culminó en la detención del responsable.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos manifestó su preocupación por la situación en el país caribeño.
