Decisiones del Tribunal Electoral y el Tribunal de Cuentas de Brasil hacen tambalear a Dilma

La presidenta brasilera podría enfrentarse con la apertura de un proceso de juicio político contra ella.

Pese a que la semana pasada Dilma Rousseff cedió cuotas de poder importantes a sus aliados para garantizar la gobernabilidad de Brasil, la presidenta sufrió un golpe duro en el Congreso, en donde sigue sin conseguir apoyo para que avance su plan de ajuste y así reactivar la economía en recesión.

En una acción sin precedentes, el Tribunal Superior Electoral autorizó a abrir una investigación por presunto abuso de poder económico y político de Rousseff y su vicepresidente durante la campaña electoral de 2014, en que la mandataria retuvo su puesto ante Aécio Neves. Este último fue quien presentó la denuncia por financiamiento ilegal a través de la red de sobornos de Petrobras.

Por otra parte, en otra medida inédita, el Tribunal de Cuentas rechazó por unanimidad la contabilidad del último año de mandato de Rousseff en 2014, por haber realizado maniobras fiscales ilegales con el supuesto objetivo de esconder el déficit con el que operaba. Es la primera vez en 80 años que esto sucede, y se habla de 106.000 millones de reales de deudas omitidas en el balance del 2014.

"Las naciones fracasan cuando las instituciones dejan de cumplir su misión", dijo Augusto Nardes, del Tribunal de Cuentas. "Nosotros hemos cumplido nuestra misión de forma técnica y transparente en busca de un futuro mejor para nuestra nación".

El tema pasará al Congreso, donde puede comenzar un proceso de juicio político contra la presidenta. A todo esto se suma la popularidad bajísima que tiene en las encuestas, la inflación creciente, el desempleo al alzo y una previsión de contracción del PBI de casi 3%.


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