"No hay ninguna duda de que Wilson causó la muerte de Brown", dijo el fiscal, pero aseguró que las pruebas no son suficientes para presentar cargos.
La decisión del Gran Jurado de Estados Unidos de no acusar por falta de pruebas al agente blanco Darren Wilson por haber disparado y matado el 9 de agosto al joven negro Michael Brow, desató violentos disturbios en Ferguson. Dos patrulleros, varios comercios y al menos doce coches de una automotora fueron incendiados.
Luego de conocerse el fallo, el presidente Barack Obama admitió que este caso evidencia los retos aún pendientes para una nación con una historia de discriminación racial.
"Somos una nación construida sobre la ley y tenemos que aceptar la decisión que ha tomado el Gran Jurado. Hay estadounidenses que estarán de acuerdo y otros que están desilusionados y enfadados", sostuvo Obama.
A pesar de su decepción por el fallo la familia de Brown había pedido una respuesta pacífica y cuatro minutos y medio de silencio, pero de inmediato se desataron los primeros atentados en Ferguson.
