Los bancos griegos permanecerán cerrados durante una semana; se permite a la población el retiro diario de los cajeros de hasta 60 euros. Los transportes y el resto de los servicios públicos funcionan con normalidad en todo el país.
"Invito a los griegos a votar que sí el próximo domingo, sea cual sea la pregunta del referéndum, porque todo el mundo considerará que un no griego a la pregunta, sea cual sea, quiere decir que Grecia quiere alejarse de la Zona Euro y de Europa", así el presidente de la Comisión Europea defendía los enormes esfuerzos de su parte y lamentaba la decisión griega de romper de forma unilateral las negociaciones el pasado viernes cuando el primer ministro Alexis Tsipras convocó a un referéndum. Según Jean Claude Juncker la oferta no es un "estúpido paquete de austeridad" porque "no rebaja salarios y no rebaja las pensiones". Aseguró que la puerta no está cerrada y que la Comisión Europea está lista para seguir negociando.
Mientras tanto en Atenas hay ansiedad y preocupación entre los jubilados, que forman largas colas en el primer día del corralito bancario. "Nada es gratis, ¿cómo puedo comprar lo que necesito?", comentó una señora a la prensa. Otra lamentó que la gente comprara desesperada todas las provisiones como si fuera una guerra.
Los bancos griegos permanecerán cerrados durante una semana; se permite a la población el retiro diario de los cajeros de hasta 60 euros aunque no hay límite para los turistas. Funcionan normalmente las operaciones de banca electrónica por internet, las transferencias internacionales están suspendidas salvo las autorizadas por un comité especial. Los transportes y el resto de los servicios públicos funcionan con normalidad en todo el país. En las calles siguen protestando unos contra la austeridad, otros a favor de Europa.
Los empresarios también están encerrados y reclaman que no pueden realizar ni recibir pagos. La actividad financiera cerró porque la bolsa de Atenas fue forzada a cerrar durante toda la semana.
