Grecia se rindió y aceptó la austeridad con unas pocas victorias para el gobierno

Las autoridades europeas aceptaron estudiar la posibilidad de reestructurar la deuda, el mayor pedido del primer ministro Tsipras.

La lucha llegó a su fin para Grecia. El primer ministro Alexis Tsipras, del partido de izquierda Syriza, se plantó firme frente a la Europa austera liderada por la alemana Angela Merkel y se negó a seguir imponiendo medidas de ese estilo en un país que está en una espiral de crisis desde que Wall Street reventó en 2008. Pero la canciller teutona es dura y así lo son también la Comisión Europea, el Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional y el Eurogrupo (cumbre de ministros de Economía y Finanzas de la Unión Europea) que están alineados con su estilo conservador que ha mantenido a Alemania a flote en un continente tambaleante.

Luego de que se venciera un plazo para pagar una deuda astronómica al Fondo Monetario Internacional -que el gobierno no estaba en condiciones de pagar sin otro préstamo de las autoridades europeas-, la economía griega fue la primera economía desarrollada en entrar en default. Los bancos entraron en un feriado que se ha prolongado por casi dos semanas, con restricciones altas para el retiro de dinero y una falta de liquidez alarmante que podría hacerlos entrar en bancarrota sin una inyección de crédito del Banco Central Europeo (BCE). Un desastre en Grecia podría hacer caer a todo el continente o lo que es lo mismo con otras palabras, expulsar al país balcánico de la UE y demostrar que el euro no es una moneda irreversible.

Con los ojos del mundo puestos en su espalda, Tsipras se negó una vez más a las condiciones durísimas de Europa, rechazó la oferta para un tercer rescate que impediría el desastre y llamó a un referéndum el domingo pasado. Los griegos se mostraron notoriamente de su lado, contrarios a más austeridad, una política que no ha conseguido levantar al país cuna de la cultura occidental. Y Tsipras declaró que el triunfo le daba mayor poder para volver a la mesa a negociar con las autoridades continentales. Una foto del martes pasado lo mostraba riéndose en la mesa, con una muy seria Merkel y un muy serio François Hollande frente a él. Hollande, el presidente de Francia, es otro hombre de izquierda que asumió en medio de la austeridad impopular de su predecesor y tmbié


Las Más Vistas