Liderados por Estados Unidos, los ataques han cercado a los terroristas en esa ciudad Siria.
El ejército estadounidense encabeza una ofensiva militar en Irak y Siria contra el autoproclamado Estado Islámico, y consiguió abatir a uno de los líderes del grupo terrorista. También varias ciudades fueron recuperadas del control rebelde.
Es la ofensiva más fuerte desde que la coalición internacional intensificó su embate contra el EI hace siete meses. La alianza pretende recuperar la ciudad de Raqqa, que es bastión radical de los terroristas, y que sufrió al menos 150 ataques.
En la coalición pelean las fuerzas democráticas sirias, junto con kurdos, cristianos, musulmanes y turkmenistanos. De camino a Raqqa varias aldeas y ciudades han sido liberadas y están ahora bajo control militar.
Mientras tanto, el EL está reuniendo a unos dos mil combatientes a lo largo de la frontera norte de Raqqa, preparado para la esta batalla desde hace varios meses: se excavaron túneles llenos de explosivos y se armaron coches bomba, escondidos entre los civiles.
Fue en Irak, en la ciudad de Faluya, donde hubo 20 bombardeos en los últimos días y se afirma haber matado a 70 yihadistas, entre ellos a Maher Al-Bilawi, cabecilla de la organización en la zona.
