La Policía española sigue la pista de los autores de los atentados

Los ataques causaron 14 muertos y más de un centenar de heridos. Cinco presuntos terroristas fueron abatidos.

La policía española intentaba este viernes seguir la pista de los autores de los atentados que aterrorizaron Barcelona y la región de Cataluña, causando 14 muertos y más de un centenar de heridos al arrollar con vehículos a la multitud.

En plena noche, cinco "presuntos terroristas" fueron abatidos en la turística localidad de Cambrils, a 120 kilómetros al sur de Barcelona. Tres personas más habían sido detenidas en otras dos localidades en Cataluña (noreste), una región autónoma con policía propia, según las autoridades.

La hipótesis de los investigadores es que todos ellos están relacionados con el ataque de la tarde del jueves en Barcelona, en el que una furgoneta blanca descendió a toda velocidad por el paseo central de las Ramblas, una larga avenida llena de turistas a esa hora, atropellando a decenas de peatones antes de detenerse.

El conductor pudo descender del vehículo y huir corriendo por las callejuelas colindantes y hasta ahora no ha sido localizado por la policía.

El presidente regional Carles Puigdemont explicó a la radio Onda Cero que sospechan que todavía hay "un terrorista suelto" aunque desconocen "su capacidad de hacer daño". "En las próximas horas va a continuar habiendo arrestados", añadió.

El balance es de 14 muertos y más de un centenar de heridos y podría agravarse pues 15 de ellos están en estado grave, advirtió el responsable de Interior de Cataluña, Joaquim Forn.

El atentado fue reivindicado en un comunicado por el grupo yihadista Estado Islámico, que ya había asumido la autoría de ataques similares en Niza, Londres y Berlín.

"Vi cuatro, cinco cuerpos en el suelo y gente tratando de reanimarlos, y mucha sangre", dijo a la AFP, Lily Sution, una turista holandesa.

Tom Gueller explicó a la radio BBC haber visto el vehículo descender esta transitada arteria de Barcelona. "No frenaba en absoluto, arremetía directo contra la multitud en el corazón de las Ramblas", dijo.

Las autoridades seguían contando las víctimas mortales y los heridos de Barcelona, de al menos 24 nacionalidades diferentes, cuando saltó la alerta en Cambrils poco después de medianoche.

Un Audi A3 intentó arrollar la multitud en el paseo marítimo de este destino turístico familiar de la provincia de Tarragona.

El coche impactó contra un vehículo de la policía regional catalana, los Mossos d'Esquadra, y se desencadenó un tiroteo, explicó el gobierno catalán.

Al terminar la operación, "cinco presuntos terroristas" habían muerto y un policía y seis civiles habían resultado heridos. El estado de uno de ellos es crítico.

"Estábamos en el paseo marítimo. Hemos escuchado disparos. Pensamos +serán cohetes+ pero era un disparo después de otro", explicó a la AFP Markel Artabe, de 20 años, empleado en un restaurante del municipio.

El viernes por la mañana, la policía anunció la detención de una persona en Ripoll (norte de la región), donde horas antes ya se había arrestado a un marroquí, Driss Oukabir.

Otro sospechoso nacido en Melilla, un enclave español al norte de Marruecos, fue detenido a 200 kilómetros al sur de Barcelona tras la explosión el miércoles por la noche de una casa donde los agentes sospechan que se preparaban artefactos explosivos.

España, tercer destino turístico mundial, había quedado al margen hasta ahora de los atentados yihadistas que el grupo Estado Islámico había perpetrado en otras capitales europeas como París, Bruselas o Londres.

Pero el 11 de marzo de 2004, el país vivió los peores atentados yihadistas cometidos en Europa con varias bombas estalladas en trenes de cercanías de Madrid que causaron 191 muertos. En esa ocasión fueron reivindicados por Al Qaida.

Esta experiencia y su larga lucha contra los atentados de la organización separatista vasca ETA llevaron al país a reforzar sus servicios de inteligencia y a practicar una política de detenciones preventivas de sospechosos de yihadismo.

Cataluña, Madrid y los enclaves españoles de Ceuta y Melilla en Marruecos son los sitios de mayor concentración de islamistas radicales.

Más de un tercio de las personas condenadas por actividades relacionadas con el yihadismo residían en Barcelona y un 35,4% en Madrid, según un informe del centro de estudios Real Instituto Elcano.

Las reacciones de indignación surgieron rápidamente.

"Son unos asesinos, simplemente unos criminales que no nos van a aterrorizar. Toda España es Barcelona. Las Ramblas volverán a ser de todos", declaró el rey Felipe VI en un mensaje de la Casa del Rey.

El monarca participará al mediodía (10H00 GMT) en un minuto de silencio en solidaridad con las víctimas en la céntrica plaza Cataluña de Barcelona, donde nacen las Ramblas extendiéndose hasta el mar.

El presidente del gobierno español Mariano Rajoy acudió a la capital catalana, donde el gobierno regional independentista pretende separarse de España.

"Estamos unidos en el dolor, pero estamos sobre todo unidos en la voluntad de acabar con esta sinrazón y con esta barbarie", dijo en un mensaje televisado, anunciando tres días de duelo nacional a partir del viernes.

La ciudad se movilizó inmediatamente: los agentes de seguridad del aeropuerto pusieron fin a una larga huelga, los taxis se ofrecieron a transportar gratuitamente a viajeros y los voluntarios colapsaron los servicios de donación de sangre hasta que las autoridades anunciaron que ya no necesitaban más.

(AFP)


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