Ola de apuñalamientos en Israel y Cisjordania continúa elevando la tensión

Hamás llamó a un levantamiento generalizado del pueblo palestino y el gobierno israelí lucha por controlar la situación antes de su punto crítico.

La amenaza de un levantamiento generalizado de Palestina contra Israel aumenta en Medio Oriente y la tensión se acerca a su punto crítico. El viernes, un ultraderechista judío israelí apuñaló a cuatro árabes en el sur del país. Dos de las víctimas eran palestinos y los otros eran árabes israelíes.

Los conflictos continuaron en distintos puntos: un palestino resultó muerto por la Policía israelí después de herir con un cuchillo a un efectivo policial; una mujer palestina sufrió un destino casi igual, si bien en su caso fue muerta antes de llegar a concretar su puñalada; y un niño israelí de catorce años fue apuñalado en la ciudad vieja de Jerusalén por un palestino.

En Gaza, el jefe de los islamistas Hamás, Simail Haniyeh, llamó a una intifada -levantamiento- generalizado y calificó a los lobos solitarios que llevaron a cabo los ataques como "héroes de los cuchillos".


 

La oleada de apuñalamientos en Israel y Cisjordania mantiene en jaque al gobierno de Benjamín Netanyahu, que no puede poner el freno en la escalada de violencia y ordenó a los políticos israelíes que no entren en la explanada de las mezquitas. "Nos encontramos inmersos en una ola de terror", dijo Netanyahu, "y no hay una solución mágica. Las soluciones que estamos encarando no aportarán resultados instantáneos".

Ya son ocho días de ataques, que se han cobrado la vida de cuatro israelíes y siete palestinos. Para intentar controlar la situación, Israel instaló detectores de metal en las puertas de la ciudad vieja de Jerusalén. Un comerciante se quejó a Euronews de que la presencia militar ha sido muy ampliada en la zona, lo que consideró como un fracaso del operativo de seguridad.

Debido a lo tenso de la situación, el gobierno decidió mantener la prohibición de la entrada a la ciudad vieja a los musulmanes menores de 50 años hasta el viernes próximo.


 

Debido a su estrategia contra el levantamiento palestino, el gobierno israelí está despertando cuestionamientos por los gases que utiliza para disuadir las protestas. El Dr. Raed Yaseen, de la Media Luna Roja, declaró a Euronews que los casos que están tratando se han complicado debido a la asfixia que provoca el gas, y que también han debido atender a manifestantes heridos con balas reales.

Los efectos que provocan normalmente los gases lacrimógenos sobre las personas son distintos a los observados estos días en Jerusalén y Cisjordania.


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