Aldo Perrini fue asesinado en un cuartel militar en 1974, y la corte determinó este miércoles que el crimen no prescribió.
La Suprema Corte de Justicia tomó una decisión que permitirá avanzar y reanudar investigaciones de causas pendientes vinculadas con la dictadura: ese será el efecto de la declaración como no prescripto del homicidio de Aldo Perrini, ocurrido en un cuartel militar en marzo de 1974. O así lo afirma el abogado de la familia Perrini, Óscar López Goldaracena.
El Gral. (r) Pedro Barneix que en aquel momento era teniente primero estuvo ese día de guardia y reconoció años atrás a la Justicia que estuvo en los interrogatorios a Perrini, pero aeguró que no había tenido nada que ver con su muerte. Perrini era un heladero votante frenteamplista que había tratado de evitar la violación de otras dos recluidas en el cuartel en que se encontraba, y las torturas subsiguientes le causaron la muerte.
La Fiscalía había pedido el procesamiento de Barneix, pero su defensa había alegado que el crimen estaba prescripto y fue así que se llegó a la SCJ. "La prescripción es que el transcurso del tiempo puede llegar a extinguir la acción penal o el delito. En este caso la SCJ define que el crimen de Perrini no prescribió", explicó López Goldaracena, "recurriendo a un fundamento que es un principio general en nuestro Derecho: al justamente impedido no le corre el plazo".
El abogado sostuvo que durante el período de la dictadura y el período de vigencia de la Ley de Caducidad, ni los fiscales ni las víctimas pudieron ejercer su derecho a que los crímenes de la dictadura se juzgaran.
Lo único criticable del fallo de la SCJ, según López Goldaracena, fue que no se determinó a los crímenes de la dictadura como de lesa humanidad.
