El Gobierno comunicó su preocupación al gobierno brasileño por la reforma laboral que aprobó

Nin Novoa dijo que fue una reunión informal y no un llamado a consulta.

La reforma laboral fue aprobada el 11 de julio en el Senado de Brasil, en medio de protestas y paros generales.

Los cambios abarcan lo siguiente:

  • Establece flexibilizaciones que incluyen que los acuerdos por empresa tienen preeminencia sobre la legislación general.
  • Las vacaciones se podrán dividir hasta en tres períodos y se habilitan jornadas laborales de hasta doce horas siempre que no se superen las 44 semanales.
  • Se regula el trabajo desde la casa, aumentan las posibilidades de tercerización y la contribución sindical, que era obligatoria, pasó a ser voluntaria.
  • La empresa podrá negociar con una comisión no sindical.
  • Las embarazadas podrán trabajar en lugares no salubres si presentan un certificado médico.
  • El empleador ya no estará obligado a negociar los despidos colectivos con los sindicatos y el monto de indemnización por despido deja de estar atado al salario del trabajador.
  • Si el empleado demanda al empleador deberá pagar las costas del juicio si pierde.
  • Disminuye la responsabilidad del patrón en caso de accidentes laborales.
  • Para el trabajador rural establece que el pago puede hacerse con dinero o en especie.

El gobierno brasileño afirma que busca estimular el empleo pero quienes se oponen a la reforma señalan que el trabajador pierde derechos y queda desprotegido.

En Uruguay el canciller Rodolfo Nin Novoa y el ministro de Trabajo Ernesto Murro expresaron en los últimos días preocupación por esa reforma y su eventual impacto en el Mercosur.

“Asi va a ser muy difícil competir”, dijo Nin Novoa. “Retrocedimos tres siglos”, dijo murro.

Uruguay envió una nota a Brasil para tratar el tema en los organismos del Mercosur y Brasil convocó al embajador uruguayo en Brasilia Carlos Amorín-Tenconi.

Este martes el canciller dijo a Telemundo que no fue un llamado a consulta en el entendido clásico de la diplomacia. Fue una conversación de carácter informal y no hubo nota del gobierno de Michel Temer, ni mucho menos una protesta.


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