El gremialista Joselo López dijo que tiene "más sombras que luces" y cuestionó la denuncia penal que presentó.
La presidenta del Sirpa Gabriela Fulco presentó ante la Justicia un recurso para que se investigue una serie de hechos de apariencia irregular en el hogar Cerpili en Montevideo. La psicóloga dijo a La Diaria que no está acusando a nadie en particular, sino que pone en conocimiento de la Justicia P Penal de los hechos y el juez deberá decidir si le da trámite o no.
En el Ceprili, un hogar hecho a nuevo, hubo a fines de julio una serie de disturbios entre internos que dejaron a adolescentes y funcionarios heridos. La situación motivó una asamblea gremial el 24 de julio, y mientras se desarrollaba volvió a haber problemas entre los internos. Los funcionarios dicen que estaban vigilando y actuaron para contener la situación, pero en su denuncia, Fulco sostiene que no había guardia gremial y que cuando se les informó del conflicto, respondieron: "No podemos hacer nada, estamos en asamblea".
El sindicato rechaza el relacionamiento que tiene Fulco con los trabajadores y cuestionó su trayectoria.
"Me parece que hay otra intencionalidad por parte de Fulco, que no tuvo siquiera el acompañamiento de sus dos compañeros integrantes de la comisión delegada, ni se puso en conocimiento del directorio de la institución", expresó el presidente del sindicato del Sirpa, Joselo López.
López dijo que la intención de Fulco es enfrentar al sindicato "con el objetivo de que no tenga la posibilidad de intervenir en este tipo de situaciones". Aseguró que los trabajadores están paralizados porque la nueva administración pretende un cambio en el procedimiento pero todavía no entregó ningún protocolo por escrito; afirman que no está respetando la negociación colectiva. "Ha habido una situación que se ha venido deteriorando con el pasar de los días, que eso nos ha hecho conocer la carrera funcional de Fulco durante sus 33 años en esto, y hemos visto que en definitiva esos 33 años tienen más sombras que luces", declaró Joselo López.
El Sindicato del INAU sostuvo que hay problemas en la calidad de la construcción de los hogares nuevos y que los adolescentes rompen rápidamente los fierros para hacer cortes. La nueva dirección del Sirpa también opina que hay defectos constructivos.
