Encuesta de CIFRA: Evaluación de la Intendencia de Montevideo y las alcaldías

¿Usted aprueba o desaprueba la forma en que se ha desempeñado la intendenta Ana Olivera a lo largo de su gestión? ¿Y aprueba o desaprueba la forma en que se ha desempeñado el alcalde de su municipio?

La Figura 1 muestra  que casi la mitad de los montevideanos desaprueba la gestión realizada por la jerarca, mientras que algo menos de un tercio la aprueba explícitamente. Olivera dejará su cargo con un balance negativo, por primera vez desde que el Frente Amplio está a cargo del gobierno departamental.

encuesta 1

La camiseta política pesa, y como es de esperarse, quienes piensan votar al Frente Amplio en las próximas elecciones departamentales evalúan más positivamente la gestión de Olivera que el resto de los votantes. Pero incluso entre ellos sólo una mayoría relativa (41%) la aprueba. Una robusta minoría de los que piensan votar al FA (31%) desaprueba el desempeño de la Intendenta. Entre los indecisos, exactamente la mitad (50%) desaprueba la gestión de Olivera, y sólo uno de cada cinco (20%) la aprueba.


La Figura 2 resume la evolución de la aprobación de la gestión del intendente de Montevideo desde el 2006 hasta la última medición realizada. Allí se puede ver que el Intendente Ehrlich siempre recibió más juicios positivos que negativos sobre su gestión, mientras que Olivera empezó mal desde el principio: a un mes de ocupar el sillón de intendente sólo el 33% aprobaba su desempeño, y el 18% tenía juicios negativos. Un año después más de la mitad de los montevideanos (52%) juzgaban negativamente su gestión, y sólo el 28%  la aprobaba. Desde entonces, con variaciones sólo en los acentos, la Intendenta Olivera nunca contó con un balance positivo de aprobación. Siempre fueron más numerosos los montevideanos que desaprueban su gestión que los que la aprueban.

encuesta 2

A comienzos de este año 2015 parecía que la opinión pública montevideana había suavizado su juicio sobre la administración saliente, pero en plena campaña el clima vuelve a crisparse: 46% la desaprueba, y sólo 29% la aprueba, muy cerca de su mínimo absoluto (en la Figura, 28%)


En cuanto al desempeño de los alcaldes, el 58% no opina al respecto (y un 9% ni aprueba ni desaprueba); el 18% desaprueba la gestión de los alcaldes, y el 15% la aprueba (Figura 3). El balance es negativo, pero moderadamente. Lo más importante es que las dos terceras partes de los montevideanos no opinan sobre sus alcaldes o se dicen neutrales. El desconocimiento es grande en todas las filas políticas. La gente no sólo no sabe cómo se vota al alcalde de su municipio, sino que tampoco tiene idea de cómo se desempeña. Entre los que opinan, los alcaldes montevideanos, como la intendenta, finalizan su mandato con un balance de aprobación negativo. Y nuevamente la desaprobación es significativamente mayor entre quienes votarán a un candidato de la Concertación que entre los que piensan votar a uno del Frente Amplio.

encuesta 3

 

Si, como anuncian las encuestas, el FA gana con amplia ventaja la elección departamental montevideana, es seguro que esa victoria será a pesar del juicio de los montevideanos sobre su gestión durante los últimos cinco años. Esto puede ocurrir porque en las elecciones departamentales las personas son más importantes que en las elecciones nacionales (y a la inversa con los partidos). Desde este punto de vista la oferta del FA incluye dos líderes nacionales de primera línea (Daniel Martínez y Lucía Topolansky), mientras que la Concertación compite con figuras menos conocidas y sin carrera política previa. Para los votantes esto significa: “el FA le ha dado mucha más importancia a la departamental montevideana que sus adversarios”. Como los candidatos del FA son tres, muy diferentes entre sí, también significa, cosa  muy razonable en una ciudad frentista, “el próximo intendente de Montevideo será frentista, pero esta vez lo elegimos nosotros, no como en 2010.”


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