El Gobierno se preocupa por la reforma laboral aprobada en Brasil

La Cancillería envió una nota al gobierno del presidente Michel Temer para conocer detalles de la nueva ley y su posible impacto en el Mercosur.

La reforma laboral aprobada el pasado 11 de julio por el senado brasileño establece que los acuerdos salariales entre empleadores y empleados estarán por encima de los convenios colectivos, flexibiliza las condiciones de despido y restringe el acceso a la justicia laboral con mayores condiciones para los litigios.

Además, posibilita la extensión de la jornada simple hasta las doce horas, reduce el descanso de una hora a 30 minutos y permite que las vacaciones puedan dividirse en tres tramos, sin que se modifique la cantidad de días, entre otros puntos.

Al respecto, el ministro de Trabajo, Ernesto Murro, consideró que la nueva ley significa un gran retroceso y mostró su preocupación por cómo pueda afectar a la competitividad de los trabajadores y empresarios uruguayos.

“Si en Brasil un acuerdo individual, entre un trabajador vale más que una ley o un convenio colectivo, lo que va a pasar es que un trabajador va a acordar por debajo de lo que estipule la ley y por debajo de lo que diga el convenio. Eso generará que las empresas de Brasil compitan con más ventajas que las uruguayas”, explicó Murro.

En tanto, el canciller Rodolfo Nin Novoa, señaló que la reforma contraviene el protocolo socio-laboral ratificado en 2015 por los países del Mercosur e hipoteca derechos laborales en pos de la competitividad.

“Hemos visto que hay un descaecimiento de los derechos de los trabajadores de  es una manera de competir en base a la caída de derechos laborales, cosa que hemos tratado siempre de evitar”, dijo el canciller.

Por su parte, los empresarios temen que, tras la reforma laboral en Brasil, los inversores extranjeros prefieran hacer sus negocios con ese país por sus condiciones ventajosas.

El presidente de la Cámara de Industrias del Uruguay, Washington Corallo, dijo a Telemundo que hay gran preocupación entre los empresarios por la pérdida de competitividad del país.

Agregó que el Gobierno va a tener que plantear medidas para conservar los puestos de trabajo, teniendo en cuenta que el mercado laboral ha experimentado grandes cambios y que el mundo entero tiende a una flexibilización laboral.

Según Corallo, si bien la reforma de Brasil es muy drástica en algunos aspectos, hay otros que son razonables como el poder fraccionar la licencia o negociar los salarios por empresa y no en convenios colectivos con otros sectores.

Corallo agregó que, más que criticar a Brasil, el Gobierno debería estar analizando medidas para no perder productividad y competitividad.


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