Afirmó que "no es sencillo", pero que es "una forma democrática de mandarnos a nosotros mismos".
“Lo que nos falta es desarrollar una cultura de cooperativismo que no se transforme en una herramienta de explotación del trabajo de los demás. ¡Esta es la cuestión de fondo! Lo cual no quiere decir que no puedan existir cooperativas o uniones de distinta forma entre gente que maneja pequeñas empresas y por razones de escala decide juntarse.
Pero separemos los tantos: este país necesita mucho emprender, mucho hacer cosas. Pero no podemos usar el cooperativismo como un taparrabos para reproducir lo que ya tenemos en otro lugar. Cada cosa en su lugar. Qué quiere decir esto: que lo que más vale de la cooperativa es la distribución de la responsabilidad del riesgo y el esfuerzo. Una forma democrática de mandarnos a nosotros mismos.
No es sencillo, no está a la vuelta de la esquina, pero le mando un saludo y un abrazo a todos los que teniendo cualquier definición filosófica, política o religiosa son capaces de acompañar el esfuerzo que significa la marcha del cooperativismo”.
