El consejero Pablo Caggiani aseguró que la propuesta didáctica se basa en el conocimiento científico, mientras la diputada Graciela Bianchi reclama que a los niños se los eduque con libertad.
La guía sexual elaborada por primaria parte de la base que “la sexualidad es una construcción social, que se aprende y produce a partir de las instituciones de pertenencia, sociabilización y referencia, tales como la familia, la escuela, los medios de comunicación y el Estado”, entre otros.
Por eso propone contribuir a lo que el texto llama la problematización y deconstrucción. Esto en definitiva procura la desnaturalización de ciertos conceptos y comportamientos relacionados a la sexualidad. Básicamente a lo que apunta- más allá de un lenguaje inclusivo que reitera y pide que se tome como eje para las actividades- es a terminar con los roles estereotípicos de género y a visualizar desde el aula la existencia de otras orientaciones sexuales más allá de la heterosexual.
Para ello, la guía propone una serie de actividades donde se destaca una en la que se pide a los maestros que separen a los estudiantes en parejas y les pidan que se acaricien, hagan cosquillas, masajes y señalen qué sensaciones les gustan o no de esos ejercicios.
Esta propuesta sostiene ciertas valoraciones como que es incorrecto decir que los varones tienen pene y las mujeres no, porque, según señala el texto, es una forma de negación de la genitalidad femenina. Esto generó varias reacciones. Primero en una columna de opinión del periodista Hoenir Sarthou del semanario Voces, y luego de actores de la oposición, así como la Iglesia Católica.
La diputada del Partido Nacional Graciela Bianchi aseguró que no se debe adoctrinar a los niños y que ese tipo de contenidos deben comunicarse a través de las familias.
“Opino como educadora: al niño se le educa con libertad. No se le puede imponer que le rasque la cabeza a otro porque es uno de los ejercicios”, señaló Bianchi.
En tanto el consejero de Primaria Pablo Caggiani aseguró que están abiertos a realizar las modificaciones que hagan falta y que el texto se basa en conocimientos técnicos.
“En la medida en que señalen aspectos a mejorar en la redacción o errores, la administración los incorporará como en cada uno de los textos”, señaló Caggiani.
El texto cita entre sus fuentes principalmente a publicaciones de Gurises Unidos, el Ministerio de Desarrollo y Primaria.
