Todo lo que hay que saber del nuevo Código de Proceso Penal

El martes hubo acuerdo político sobre la aplicación de las reformas, de forma gradual a partir del 1º de febrero.

Este martes se llegó a un acuerdo político para que partir del 1º de febrero de 2017 se comience la aplicación paulatina del Código de Proceso Penal, en todo el país a la misma vez. ¿Qué implica esta nueva norma?

El proceso pasará a ser acusatorio: será el fiscal y no el juez el que dirija la investigación. Por lo tanto, los jueces serán imparciales para juzgar, ya que hoy están evaluando la información que la Policía aporta además de tener que resolver. Por otro lado, las audiencias serán orales y públicas, como en Estados Unidos pero sin jurado. Se grabarán y no habrá tanto secreto ni tampoco serán por escritos.

Las ventajas son tales que lograron consenso en el Parlamento en pleno año electoral: se aumentará la rapidez de los juicios, que la prisión preventiva estará acotada y el acusado esperará en libertad (salvo delitos muy graves) la condena del juez; habrá mayores garantías para los imputados y un mayor cuidado de las víctimas. Por ejemplo, se garantiza su protección y acceso a la información, que hoy no es sencilla en los juicios penales.

La aplicación paulatina tiene que ver con la falta de recursos, ya que la Suprema Corte de Justicia estima el costo total en unos US$40 millones. Se necesitan funcionarios (más jueces, más fiscales, muchos más defensores de oficio y actuarios), y también infraestructura: salas de audiencia, edificios, medios técnicos (por ejemplo para grabar).

Los recursos recién estarán disponibles en enero de 2017, por lo que las diferentes reformas se incorporarán de manera paulatina. Lo que se dejará para último momento son las audiencias orales y públicas. El gobierno pensaba aplazarlo para 2019, pero el acuerdo político supone que se lo empiece a aplicar en 2017.

Hay tres proyectos clave más en los cuales también hay acuerdo y en los que se estudiarán los detalles con una comisión técnica: la abreviatura de los procesos para delitos leves u otros con resolución muy clara, como aquellos en los que el acusado confiese; mediaciones extrajudiciales para llegar a acuerdos en contenciosos, y acuerdos compensatorios para reparar a las víctimas. Esto es clave para descongestionar el trabajo del Poder Judicial.


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