Delincuentes cubrieron su huida tirando miguelitos sobre la calle.
Una de las dos camionetas robadas con las que se llevó el violento asalto del lunes a una remesa en el estacionamiento del hipermercado del Parque Roosevelt presenta manchas de sangre que están siendo analizadas por la Policía.
Aún no se ha confirmado que ninguno de los delincuentes estuviera herido al momento de la fuga, con un motín de casi 700.000 dólares, tras un enfrentamiento a tiros con la seguridad del camión blindado.
La camioneta blanca fue abandonada a pocas cuadras del lugar del asalto, junto a otro vehículo que también había sido robado a un particular días antes, con el mismo fin.
Actualmente se encuentra en la concesionaria hasta donde la envió su dueño con el objetivo de hacer un duplicado de las llaves.
Además de las manchas de sangre, en una de sus puertas, el vehículo presenta marcas de la labor realizada por Policía Técnica en busca de huellas dactilares de los asaltantes, que finalmente escaparon en una tercera camioneta que esperaba estacionada.
En tanto, la Policía de Canelones ha revisado las filmaciones de las cámaras de seguridad de varios comercios, casas e incluso un colegio de la zona.
Desafortunadamente, ninguna de las cámaras logró captar la corta huída a toda velocidad de las dos camionetas.
No obstante, funcionarios de Sodimac, uno de los comercios ubicados en el trayecto, facilitaron a los efectivos policiales una veintena de miguelitos que los delincuentes fueron tirando mientras escapaban.
Según dijeron, eran miguelitos de fabricación casera y de gran tamaño que pincharon las ruedas de varios vehículos que circulaban por la avenida.
