El alemán que apareció muerto en La Floresta era parte de secta que sometía sexualmente a menores

Se cree que su mujer y su empleada también fueron asesinadas.

Fue en horas del mediodía de este martes que se realizó el allanamiento el chacra donde vivía Arno Wollensnak, el hombre de 61 años cuyo cuerpo apareció el domingo a la mañana en la playa de La Floresta.

El hombre tenía un antecedente por un delito continuado de uso de documento público; ingresó en el 2007 con una identidad falsa. Lo había procesado en el año 2015 la jueza de Crimen Organizado, Adriana de los Santos.

En su país de origen, en Alemania, estaba requerido por un delito de abuso sexual de menos. La Justicia alemana, una vez que fue procesado en Uruguay, pidió la extradición. La Justicia uruguaya se negó a ese pedido al entender que el delito había expirado.

El hombre se presentó con los vecinos de la zona con su nombre falso. En esta línea, uno de los vecinos explicó:

“Acá vino con el nombre de Mar Neuman. Parece que él tenía una identidad que no era la de él, él mismo lo dijo. Nosotros vimos que él faltaba, después nos enteramos que estaba preso. Cuando volvió, nos manifestó que había estado preso. Yo le dije que este es un país muy lindo, pero lo peor que te puede pasar, siendo honesto, es ir preso.

Vi a su empleada, que estuvo en casa, que habíamos quedado de comer unas pizzas y conversar. A él hacía más tiempo que no lo veía. Cuando empezó a salir la noticia de esta persona y dijeron que era de acá, yo no quería que fuera él, pero bueno”.


Además de saber quién mató a este hombre y por qué se cometió este asesinato, los investigadores buscan saber cuál es el paradero de la esposa y la empleada con las que vivía en su casa de Los Cerrillos.

La hipótesis más firme señala que ambas fueron también asesinadas, pero hasta ahora no se encontraron rastros de ninguna de ellas.

Arno Wollensnak y su esposa eran en Alemania los líderes de una secta llamada "Licht-Oase" (Oasis de Luz) en la que sometían sexualmente a menores de edad.

En el año 2006, al verse buscados por la Justicia de aquel país, la secta se disolvió, según publica el diario El País. El hombre y su esposa llegaron a Surinam, donde consiguieron pasaportes falsos para llegar a Uruguay en el 2007. Ocho años más tarde, fueron procesados por adulteración de documento público.


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