Rechazaron haber estado probando los tiempos de respuesta de la Policía luego de una serie de eventos extraños.
Fueron tres los paquetes extraños que aparecieron en las cercanías de la Embajada de Israel, uno a fin de año, otro a principios de 2015 y el último la semana pasada. Ninguno era una bomba funcional, si bien los dos segundos tenían indicios de ser un artefacto explosivo mal armado o que se pretendía disfrazar como tal.
En un comunicado, la embajada rechazó las especulaciones de que la propia representación diplomática hubiera colocado esos elementos para probar los tiempos de respuesta de la Policía.
El juez de Crimen Organizado Néstor Valetti había declarado a Telemundo el viernes que el único sospechoso es un empleado de seguridad de la embajada que se vio merodeando por la zona en que apareció el artefacto en filmaciones de seguridad.
