La Policía mató a un presunto delincuente y el Marconi fue "casi una zona de guerra"

Vecinos respondieron con disparos y pedradas; tuvo que intervenir la Guardia Republicana y el grupo GEO.

La situación comenzó esta mañana cuando dos hombres rapiñaron a un repartidor en el barrio Marconi, que circulaba por Aparicio Saravia. La Policía inició una persecución y al llegar a la esquina de Trápani y Bayona se dio un tiroteo.

Uno de los presuntos asaltantes murió por un disparo en el pecho. El otro está herido y fue trasladado a la policlínica de Capitán Tula. Luego del enfrentamiento, algunas personas salieron a enfrentarse con la Policía. Hubo pedradas y disparos, entre insultos y exclamaciones de indignación contra los efectivos. No hubo heridos, pero camionetas y patrulleros fueron apedreados.

Los agentes respondiendo presuntamente con balas de goma. La Guardia Republicana y el grupo de choque asistieron al lugar para garantizar el trabajo de la Policía Técnica, que debía realizar un relevamiento adecuado de lo sucedido.



Tras los incidentes con las fuerzas del orden, una verdadera turba enardecida se desató e hirió primero a un taxista y a su pasajero. "Nunca vi nada igual, un vandalismo tremendo, una agresividad de todos estos muchachos que salían de todos lados", comentó el trabajador después a Telemundo, que contó que salió velozmente e igual lo persiguieron.

Otra víctima fue una camioneta de UTE que fue interceptada por varias personas. Uno de los trabajadores contó a Telemundo que suelen cruzar por esa zona sin problemas, y de repente vieron "una horda de gente que se venía con piedras y palos" y que se trataron de meter dentro del vehículo. A su compañero lo lastimaron en la cabeza y en el brazo.

Un médico que iba a atender en la policlínica de la zona fue salvajemente golpeado. Su auto fue destrozado y él debió ser internado en el Hospital Maciel.

Uno de los momentos más álgidos de la jornada fue cuando un ómnibus de COETC de la línea 405 fue detenido por personas en la calle, que agredieron al conductor y a un inspector -que fue golpeado con brutalidad-, mientras que la guarda del coche tuvo un colapso nervioso. Todos fueron trasladados al sanatorio del BSE. Además, una pasajera sufrió un corte profundo en una oreja tras una pedrada que rompió un vidrio.

Minutos más tarde, los participantes en el incidente incendiaron el ómnibus. Antes de hacer bajar a los pasajeros, los asaltaron y a algunos de ellos los golpearon.

La balacera comenzó con el arribo de la Guardia Republicana para controlar la situación. Unas once personas fueron detenidas hacia fines de la tarde.


A última hora de la tarde del viernes, la Policía controló la situación en el barrio. Sin embargo, en las redes sociales se esparció un llamado a balear a los efectivos que entraran por la noche al área:


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