El hombre quedó de todas maneras emplazado y deberá volver a declarar.
El efectivo policial que el jueves mató, cuando estaba de particular, a un delincuente e hirió a otro que pretendían robarle la moto, quedó en libertad. Pero deberá presentarse nuevamente ante la Justicia cuando se lo requiera.
El policía trabajaba de delivery en una farmacia y el jueves estaba en Lezica cuando fue abordado con un arma. Según su versión, los hombres le sacaron la moto y en medio del escape uno de ellos se dio vuelta para dispararle, y él respondió con seis balazos. Uno de los rapiñeros, de 16 años, recibió dos tiros y falleció de forma inmediata; el otro, de catorce años, recibió cuatro balazos y está internado en estado grave. Ambos llevaban un arma de aire comprimido.
Para la Justicia, el oficial se defendió de un ataque, dada la magnitud del peligro que corría en la situación.
