Los autores del homicidio intentaron deshacerse de las pruebas del delito incendiando el lugar donde el joven fue asesinado.
La Policía local indagó a un joven vecino de la vivienda en la que habitaba el médico: él fue quien denunció lo ocurrido.
Sin embargo, fue liberado ya que en principio no hay elementos de juicio que lo pongan en la escena del crimen.