Fundada en 1816 a instancias del prebísterio Dámaso Antonio Larrañaga, la Biblioteca Nacional festeja su bicentenario con distintas actividades a lo largo de todo el día.
La Biblioteca Nacional conmemora la creación de su bicentenario el jueves 26 de mayo con una jornada de actividades que comienza a las 11:30 horas en la Sala Julio Castro con el lanzamiento oficial para autoridades y medios de comunicación. Participan autoridades del Ministerio de Educación y Cultura, Dirección Nacional de Cultura y Biblioteca Nacional. Además, se realiza la presentación del sello y la moneda conmemorativos, emitidos respectivamente por el Correo Uruguayo y el Banco Central.
Posteriormente, a las 14, la Cámara Uruguaya del Libro a través del proyecto Cuento Contigo para vivir la lectura, se concentra en la explanada de la Biblioteca para marchar por la 18 de Julio con una performance dirigida a promover la lectura. Llegará hasta la explanada de la Intendencia de Montevideo donde está ubicada la Feria del Libro Infantil y Juvenil.
A las 17:30, la Academia Nacional de Letras se suma a las actividades con la entrega del "Premio Día del Libro" en la Sala Maestro Julio Castro.
La celebración culmina a las 18 horas en la explanada de la Biblioteca con un espectáculo musical con entrada libre en un escenario montado, con la recuperación de la fachada de la institución, como escenografía del mismo.
En esta propuesta musical se presentan la cantante Maia Castro, Martín Buscaglia y sus Bochamakers y La Ventolera, además de diferentes poetas urbanos y otras sorpresas.
Paralelamente en la Sala José Pedro Varela se expone la historia de la catalogación de la Biblioteca Nacional y, en el foyer del Auditorio Dr. Carlos Vaz Ferreira, se inaugura la exposición del artista plástico Eduardo Markarian.
Historia:
La creación de una biblioteca pública fue propuesta al Cabildo por el presbíterio Dámaso Antonio Larrañaga, el 4 de agosto de 1815. Con la aprobación del general José Artigas, fue inaugurada el 26 de mayo de 1816 en los altos del fuerte de Montevideo, donde actualmente se encuentra la plaza Zabala.
Designado director de la primera institución pública oriental, Larrañaga dijo en el acto de apertura que "Una biblioteca no es otra cosa que un domicilio o ilustre asamblea en que se reúnen, como de asiento, todos los más sublimes ingenios del orbe literario o por mejor decir, el foco en que se reconcentran las luces más brillantes que se han esparcido por los sabios de todos los países y de todos los tiempos. Estas luces son las que el ilustrado y el Gobierno vienen a hacer comunes a sus conciudadanos".
Cuatro días después, en el campamento de Purificación, Artigas dispuso que el santo y seña de su ejército fuera "Sean los orientales tan ilustrados como valientes".
La Biblioteca Nacional nació con una colección de 5.000 ejemplares, gracias a los aportes del propio Larrañaga, el sacerdote José Manuel Pérez Castellano, José Raimundo Guerra y los Padres Franciscanos.