Una línea de investigación sugiere que el ataque al ómnibus de Boca se hizo en respuesta por la incautación de 300 entradas, 10 millones de pesos argentinos y 15 mil dólares de la barra de River.
La Policía argentina indaga si existe conexión entre el allanamiento a la casa de uno de los jefes de la barra de River y los incidentes fuera del estadio Monumental.
El día antes a que se disputara la final de la Copa Libertadores, la Policía bonaerense allanó la casa de Héctor Godoy, alias Caverna, uno de los jefes de la agrupación Los borrachos del tablón de la barra brava de River Plate.
El hombre es investigado por la reventa ilegal de entradas para el superclásico del sábado, según publica Infobae.
En la vivienda, la Policía no encontró a Caverna, que permanece prófugo, pero incautó 300 entradas para la superfinal, 10 millones de pesos argentinos y 15 mil dólares.
Para los investigadores el ataque al ómnibus de Boca pudo haber partido de la propia barra de River en represalia por el allanamiento realizado.
El secretario de Seguridad porteño, Marcelo D'Alessandro, aseguró al canal argentino Todo Noticias que no tenía dudas de que la barra brava de River atacó el micro" de Boca.
Además aseguró que el sábado los barras no entraron al estadio y que la pelea contra las mafias vinculadas al fútbol “tiene estas consecuencias".
Como consecuencia del ataque, varios jugadores de Boca, entre ellos el capitán Pablo Pérez, resultaron con heridas rostro y brazos producto de los vidrios rotos y las piedras que lanzaron contra el ómnibus.
Este sábado, tras el anuncio de la postergación del partido, se produjeron algunos incidentes aislados entre hinchas de River con la Policía en las afueras del Monumental, aunque durante las siete horas de espera hasta que se decidió la suspensión, las más de 60.000 personas que completaron las tribunas se mantuvieron en calma.