La atleta uruguaya que obtuvo la medalla de bronce en los 400 metros con vallas en los Juegos Panamericanos dijo también que muchas veces entrenan "para mejorar centésimas de segundos".
Déborah contó que el resultado obtenido en los Juegos Panamericanos es "uno de los más grandes" que ha tenido en su carrera, por lo que la medalla de bronce no es una más. "Tener la oportunidad de ser medallista panamericana no es para cualquiera", dijo.
La atleta vive sola desde los 14 años. A esa edad se fue a Maldonado, donde entrena junto a su coach Andrés Barrios. "Mi vida gira en torno al deporte", señaló y puso como ejemplo el poco tiempo que dedicó a festejar tras los resultados panamericanos. "Festejé el miércoles de noche cuando llegué de la pista y el jueves a las cuatro de la tarde estaba entrenando, pensando en el Mundial".
La medallista olímpica también habló de las dificultades que atraviesan los deportistas por la falta de fondos. Explicó que los recursos que se destinan no son "un apoyo" sino una inversión. "Yo con esa plata viajo a Europa" para continuar desarrollándose, ya que el estar en el máximo nivel le requiere participar de competencias de mayor calidad. "El continente me queda un poco chico", resume.
Por último, la deportista habló de los festejos en las villas olímpicas. Dijo que "no pasa nada" durante las competencias porque "el 95% de los deportistas viajan con un objetivo". "Generalmente los festejos se dan cuando todo el mundo termina de competir. El Comité Olímpico Internacional tiene mucho cuidado", contó. Sin embargo, admitió que Usain Bolt es un dios: "tiene todo permitido".
