La Alianza Francesa congregó a muchos seguidores de Les Bleus para verlos consagrarse campeones.
La sala estaba repleta. Había parejas, familias, estudiantes de intercambio, uruguayos que hinchaban por Francia y estaba el embajador.
La intensidad de los festejos fue aumentando en cada gol, hasta que llegó el cuarto y las sillas se transformaron en tarimas.