El anuncio se da en un contexto de críticas realizadas a la entidad por el presidente Donald Trump.
La decisión de mantener las tasas de interés entre 2,25 y 2,50 por ciento no fue unánime, lo que refleja la instancia de discusión desarrollada puertas adentro.
Más allá de esa resolución, los analistas consideraron que la puerta a una posible rebaja está abierta, principalmente ante los persistentes problemas comerciales y el enlentecimiento del comercio mundial.
“Notoriamente desde la última reunión aumentaron las incertidumbres en el panorama”, señaló el presidente de la FED, Jerome Powell, quien explicó que la entidad no reacciona a partir de sentimientos de corto plazo.
A la pregunta de si las tasas volverían a subir si se soluciona la guerra comercial entre China y Estados Unidos, Powell dijo que los miembros de la FED no se concentran solo en un hecho o en un indicador económico.
“La FED utilizará las herramientas apropiadas para sostener la expansión estadounidense”, agregó el jerarca, y aseguró que quiere completar su mandato pese a las críticas del presidente Trump, quien ha presionado públicamente para recortar los tipos y prolongar así la expansión de la economía estadounidense.