En enfrentamientos entre delincuentes o por disparos de policías hay al menos cinco víctimas más desde 2017.
El pasado 4 de agosto un policía borracho perseguía a dos adolescentes con los que había discutido en la plaza de la ciudad de La Paz. Les disparó pero la bala impactó en Javier Aguilera, un trabajador del transporte de 49 años que había ido a hacer compras al supermercado. El policía huyó del lugar pero fue identificado y está preso.
En el año 2018 hubo por lo menos tres casos. El 18 de marzo el turista brasilero Julio César de Medeiros miraba la televisión en un apartamento de Pocitos cuando fue alcanzado por una bala. El artesano de Porto Alegre había sido alcanzado en una arteria y murió. El disparo provino de una mujer policía que perseguía a un delincuente. El caso está aclarado y la esposa y el hijo del turista reclaman al estado uruguayo una indemnización de más de 200.000 dólares.
El 4 de mayo del año pasado Carlos Gallo de 42 años estaba en Nuevo París para cobrarle a un vecino la cuota de electrodomésticos que vendía. En la esquina de Timote y Yugoslavia quedó en medio de un tiroteo entre delincuentes que habían robado un almacén, y el hijo de la dueña del comercio. La bala que rebotó impactó en el hemitórax izquierdo. La pericia determinó que provino del arma del hijo de la dueña del almacén.
El 5 de agosto del 2018 la enfermera Rosa Rodríguez de 49 años esperaba el ómnibus en una parada en el barrio Los Bulevares. Una bala le dio en la cabeza en el medio de un enfrentamiento entre delincuentes que habían robado un puesto de verduras y un policía. El policía declaró que disparó tres veces pero no hacia el lugar donde estaba Rosa, quien murió en el lugar.
El 22 de enero del 2017 Xilara Ramos de 17 años tomaba mate en el patio de su casa cuando recibió un balazo en el tórax. Tenía dos hijos. El disparo provino de un enfrentamiento entre bandas de delincuentes que se produjo a pocas cuadras de su casa. Murió cuando un patrullero la trasladaba a un hospital.
