Pablo Da Silveira sobre reforma educativa: "Están en contra los sindicatos, no los docentes"

El ministro de educación y cultura resaltó que las reforma educativa se dará a pesar de que los reclamos sindicales. A su vez, manifestó que considera que ahora es momento de actuar, no de debatir.

Creo que es parte de esta clase de procesos. Es muy excepcional intento de introducir cambios en la educación sin que ocurran estás cosas.

Hay oposición de sindicatos y en particular de algunas dirigencias sindicales. Uno anda mucho por ahí, anda por interior, hay una cantidad enorme de docentes que dicen sigan adelante, hay que cambiar cosas, no estamos bien. Se ve la parte más ruidosa, pero no se ve un apoyo muy extendido dentro del sistema educativo, más el apoyo ciudadano.

Las ATD (Asambleas Técnico Docentes), que son una opinión a atender, se han manifestado de una menara bastante crítica.  Los estudiantes de formación docente, que tienen su propia agrupación, sacaron un documento, donde hacen críticas, señalan cosas que le parece bien, y hacen preguntas. Cuando uno se enfrenta a cambiar las cosas que se hacen hacen muchísimos años, es normal que se genere este clima en una sociedad democrática.

Convocar a la ATD

No solo hay representes docentes, hace unos pocos días se hizo una reunión y participaron todas las ATDs. La idea de que no se está diálogo es un relato que se establece pero no coincidida con la realidad. En el CODICEN, hay dos representantes de docentes, de cinco. En el Consejo de Formación en Educación, que depende toda la formación docente, hay un representante de los docentes y un representante de los estudiantes. En formación docente hay comisiones de carrera,  donde también hay esta clase de representación. Además se hacen cosas como las que se hizo la semana pasada.

Esa idea de que no se está hablando, que no hay participación... La reunión fue convocada por ANEP para hablar del tema. Eso se ha informado.

Voz y no voto a la oposición

Venimos discutiendo este tema hace tres años. Acá nadie puede decir que esta sorprendido, que no se lo veía venir.

En noviembre del 2019, en el documento de compromiso por el país, se habla del tema.

Ha habido un montón de tiempo en los que podían discutir preferían no hacerlo.

Nos decían en la campaña que no digamos tanto "que abren frente para que los ataque". Queremos ser súper precisos para que nos voten esto. La actual oposición y los gremios eligieron no discutir esto. La LUC genera la base jurídica para todo esto. Son tres años en los que nosotros decíamos que íbamos a hacer, y estábamos dispuestos a discutirlos. Ahora es la hora de actuar. Le dios muchas oportunidades para conversar. El referéndum empezó en los sindicatos.

¿No estamos ante un simulacro de discusión?

Yo creo que no es así. Nosotros tenemos un mandato ciudadano, tenemos una deuda con la ciudadanía. Ese rumbo no lo vamos a cambiar, porque somos republicanos y mandan los ciudadanos no los sindicatos. Estamos dispuestos a explicar, convencer, dialogar, a discutir problemas de aplicación. No a revisar el rumbo.

Nosotros dijimos queríamos a ir por otro camino. y esa discusión esta zanjada. Tenemos toda la legitimad democrática para hacerlo.

Están en contra los sindicatos, no los docentes.

No es verdad que los cambios educativos que no cuentan con el apoyo de los docentes fracasan. Les voy a poner un ejemplo. Ceibal nació con la oposición radical de los sindicatos, y sin embargo fue un caso de éxito.

También está el factor persuasión. Nadie dice que la enseñanza ande bien, tenemos una enseñanza con problemas inmensos. Solo 40% de los gurises de 20 años terminó bachillerato. Y tenemos una enseñanza que castiga especialmente a los pobres. Los que más rápido abandonan, los que más repiten, a los que les va peor en términos de aprendizaje, son los pobres. No cambiar es volverse cómplice de eso. Oponerse a todo cambio es decir yo quiero que los pobres sigan siendo perjudicados. Y esa no es una posición muy sostenible.

Resolución de la tensión

Los sindicatos no tendrán poder de veto. No somos nosotros los que ocupamos, los que tienen decisión de decir cuándo se terminar esto son los que ocupan y paran.

Vamos a desocupar cada vez que se ocupe, porque es una medida de fuerza que vulnera el derecho del estudiante que quiere ir a clase, y el funcionario que quiere trabajar.

No va a poner en jaque la reforma. Creo que el apoyo ciudadano es muy grande. Hay una parte muy significativa de los docentes que quiere cambios, porque no les gusta trabajar en un sistema que expulsa al  60%, que castiga a los pobres y buscan explorar nuevos caminos.

No pensemos que lo que hacen mas ruido es lo que determina el curso de los acontecimientos.

Hay tres cosas que hay que diferenciar: los docentes, que tienen diversidad de opiniones. Hay una segunda cosa que son los sindicatos.  Una institución legítima, que forma parte de una sociedad democrática, que no representa a todos, representa a los sindicalizados. Y luego hay, que es lo más transitorio, dirigencias sindicales que tampoco son monolíticas.

Nosotros somos muy optimistas, que esta reforma es buena.

¿Cómo salimos de esto?

Si nosotros no dejamos que la policía resuelva en temas de seguridad, en la educación la reforma la tiene que hacer la autoridad que está puesta ahí por ciudadanos. Lo que no quita que haya que dialogar.

Venimos desocupando, conversando, sin episodio de violencia. Eso no es casualidad, es de una actitud.

Reforma pensada para satisfacer el mundo del trabajo y no para formar ciudadanos críticos

Eso es insostenible porque es una falsa oposición. ¿Qué quieren los jóvenes? Quieren ingresos para independizarte. ¿Está mal? No, está bien, y para cumplir ese sueño tienen que formarse. Solo los que tiene papas que les vayan a resolver los problemas. Y al mismo tiempo quieren ser ciudadano con opiniones propias y en todo el mundo se hacen las dos cosas a la vez. Es inventar otro problema que no existe.


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