El equipo de Telemundo en Ucrania recorrió una trinchera de guerra ubicada a menos de dos kilómetros de la frontera con Rusia.
El equipo de Telemundo en Ucrania recorrió una trinchera de guerra ubicada a menos de dos kilómetros de la frontera con Rusia. Y dado que el conflicto continúa, solo se pudo acceder a mostrar cómo se vive en ese lugar teniendo en cuenta ciertas restricciones, como no dar detalles de la ubicación.
Estas trincheras, que están literalmente bajo la tierra, funcionan como refugio para los militares ucranianos que patrullan la zona fronteriza: allí duermen, comen, y también se guarecen si es necesario.
Para eso, en una estructura camuflada y que está emplazada con maderas y troncos, cuentan con implementos básicos, como herramientas de cocina, alimentos no perecederos, una cocinilla, y también una suerte de cuchetas, compuestas por tablas, superficies acolchonadas y frazadas.
“En general, tomamos turnos de pocas horas y descansamos en el medio”, contó uno de los soldados ucranianos al equipo de Telemundo.
La permanencia en estos espacios depende del tipo de misión asignada y del transcurso del conflicto. “Al inicio de la guerra eran períodos más cortos, tal vez una semana o dos. Ahora estamos más estacionados, por decirlo de una manera, y nos lleva a veces algunos meses cambiar de una posición a otra”, explicó el mismo militar.
El espacio para circular no es amplio ni muy alto. Y por estar en medio de la naturaleza, es un lugar en el que circulan ratas, víboras y todo tipo de insectos; por eso, los gastos siempre son bienvenidos.
Por esas mismas características, uno de los militares allí presentes señaló que uno de los grandes desafíos a enfrentar es el estado del tiempo.
“El verano es más fácil de soportar, principalmente por la temperatura, porque al menos es cálido. Y aunque llueva, no te congelás. Pero en el invierno sí pasa eso cuando llueve. Ahí, las lluvias y tormentas son el segundo peor enemigo después de los rusos”, apunta un militar que se enlistó en el Ejército ucraniano de forma voluntaria.
Es, a las claras, una zona de tensión. Y donde la violencia está latente: hace no muchas semanas en esa misma zona murió un joven militar de 21 años a manos de un francotirador ruso. Y casi constantemente se escuchan disparos que están a pocos kilómetros de distancia.
“Después de que escuchás una explosión, te metés en la trinchera”, relató un militar presente en el lugar. Pero pese a esas situaciones, él mismo afirma que lo más difícil es “perder a los amigos y a los compañeros”. “La gente que está acá es tu familia”, dijo.
Para sobrellevar la vida diaria en ese lugar, se las ingenian de diferentes formas. Y uno de ellos mostró a Telemundo que apela al dibujo. "Me ayuda a soportar, a aguantar el estrés. Y a continuar con la cabeza limpia", explicó.
"Si pudiera decirle algo a la gente, sería que aprendan algo de todo esto. Eso sería suficiente", concluyó uno de los militares.