"Esta escuela va a permitir que ingrese gente que esté formada y no como sucede hoy que, muchas veces, se preparan ante un concurso y lo salvan personas que no saben cuál es el rol del fiscal", dijo Mónica Ferrero.
"Quiero", "apelo", "insisto" y "reclamo a gritos". Con distintos términos, la fiscal de Corte, Mónica Ferrero, le pidió seis veces a los diputados este martes que accedan a crear una "escuela de fiscales" para, entre otros motivos, ayudarlos a "vencer el miedo de enfrentar ciertas causas que los pueden amedrentar".
Ferrero compareció este martes ante la Comisión de Hacienda y Presupuesto para hablar sobre los recursos destinados en el proyecto de ley elaborado por el Poder Ejecutivo y dedicó varios pasajes de su larga alocución -con preguntas de los legisladores incluidas- a hablar sobre esta propuesta que está establecida en el artículo 540.
"Yo sigo peleando: quiero una escuela de fiscales para nuestro país, para vencer también el miedo de enfrentar ciertas causas que pueden amedrentar a los fiscales. Quizás otros no lo tomen así, pero hay muchos que se sienten amedrentados. Entonces, la escuela fortalece, la escuela une, la escuela forma. La escuela va a tratar de tener fiscales superprofesionales. Eso se los prometo, si podemos lograr esa escuela", dijo, según consta en la versión taquigráfica a la que accedió Telemundo.
Además, reconoció que actualmente hay fiscales que acceden al cargo con poca preparación: "Esta escuela va a permitir que ingrese gente que esté formada y no como sucede hoy que, muchas veces, se preparan ante un concurso y lo salvan personas que ni siquiera pasaron un día y no saben cuál es el rol del fiscal".
Una de las principales tareas de este centro sería "enseñar ética, pero también funcionamiento".
"Van a ir, seguramente, fiscales que han tenido grandes casos para discutir la mecánica, cómo lo investigaron, lo que no podemos decir para afuera, y van a aprenderlo, por si tienen a futuro uno similar, y van a ir para darles también el apoyo emocional a sus colegas. Porque uno tiene casos bastante jorobados, y tiene que ver algún cadáver que no le gustaría ver. ¡Yo he tenido cada caso!, desde Goncálvez (Pablo, asesino serial); casos bastante jorobados, de violaciones de niños bebés por su propia madre. Ustedes dirán: "¿Cómo la madre violando?". Sí, violando el cadáver de otra forma, que es horroroso y no lo voy a contar. Es de Pando. Yo digo que nosotros también tenemos que estar mentalmente bien", expresó.
"Con cariño"
La fiscal de Corte pidió a los legisladores que "miren con cariño a la Justicia y, por ende, el rol que tiene la Fiscalía".
Valoró que el gobierno "escuchó" y recogió la propuesta de la escuela de fiscales, pero habló de algunas fiscalías donde hay condiciones "inhumanas" por la falta de personal.
"Me remito al caso de Soriano. Esa Fiscalía de Soriano tiene un caso muy importante que se está llevando a cabo, que es el enjuiciamiento del señor Besozzi (intendente blanco imputado por presuntos casos de corrupción pública) y, en paralelo, el otro turno tiene un montón de casos de homicidio. Ustedes saben que en homicidio no se puede hacer acuerdo; por lo general, todo va a juicio oral y público. Cada juicio oral y público a un fiscal le insume muchísimo tiempo porque tiene que prepararlo y cotejar que esté la evidencia. Nadie quiere perder un juicio, pero ir a un juicio significa que dejamos de lado todo el resto de la cantidad de denuncias que tenemos dentro de la Fiscalía", narró.
Sus dichos aludían al caso del padre que rapó y mató a sus hijos pequeños días atrás. Los menores vivían en Mercedes, capital de Soriano, junto a su madre, que había denunciado a su expareja. El hombre tenía una prohibición de acercamiento a ella, pero no portaba una tobillera electrónica. Tras los homicidios, diferentes voces cuestionaron por qué no se había definido que utilizara este dispositivo. De hecho, la Suprema Corte de Justicia (SCJ) solicitó información al juzgado de Mercedes sobre este caso.
"Estamos viviendo muchas situaciones y nos horrorizamos, como la última, mejor dicho, la penúltima de Soriano, la del señor que se llevó a sus hijos y los eliminó. Ustedes saben que luego la delincuencia copia todo: inmediatamente después se dio el caso del secuestro del niño de dos años", dijo Ferrero.
Entonces, prosiguió Ferrero este martes ante la comisión, contó que la Fiscalía de ese departamento funciona "con dos adscriptos y a medias, compartiendo las sedes".
"Eso quiere decir que el único adscripto que está, si la fiscal tiene que constituirse, debe quedarse a cargo de todo. Si ese día tiene una audiencia y encima un juicio, es inhumano", cerró.
Los inconvenientes también llegan a Montevideo: "Hoy, la Fiscalía está funcionando -se los digo con propiedad-, sacando un adscripto de Las Piedras -les pongo un ejemplo- para reforzar Montevideo -o sea que la fiscal queda con un solo adscripto-, porque no tengo adscriptos. ¿Cómo podemos trabajar así? No se puede trabajar así".
Ferrero, de extremo perfil bajo, contó ante los legisladores que ha sufrido "muchas amenazas" de muerte que adjudicó al "crimen organizado". Antes de ser fiscal de Corte, era fiscal de Estupefacientes.
"No se olviden que el crimen organizado llegó para quedarse. Yo tengo muchas amenazas y nunca dije nada, ni lo voy a decir, pero nosotros tenemos que cambiar nuestro sistema, tenemos que llegar a un momento de proteger a nuestros fiscales de alguna forma. (...) Nuestros fiscales de droga dan la cara. Van a las audiencias y dan la cara. Yo voy y doy la cara. Tengo los narcos al lado haciéndome todo tipo de señas de muerte y sin embargo sigo adelante. En una falsa rapiña me sacaron un brazo, en otra me amenazaron de muerte; ya saben más o menos por dónde viene, y seguimos peleando", narró.

