María Noel Riccetto: "Sé que esa magia que me da el escenario no me la va a dar nada más"

En el marco de las America Business Talks, Laura Raffo entrevistó a la primera bailarina del Sodre, María Noel Riccetto.

María Noel Riccetto es una de las figuras más importantes en la historia de la danza uruguaya. Se calzó las zapatillas de ballet por primera vez a los seis años y a los 18 ya audicionaba para el American Ballet en Estados Unidos, donde llegó a ser solista interpretando grandes obras.

En 2012 el director del Ballet Nacional del Sodre, Julio Bocca, la invitó a volver a Uruguay como primera bailarina. Este año se consagró mundialmente al ganar el premio Benois de la Danse, uno de los máximos galardones de la danza clásica internacional.

Sacrificio

La palabra sacrificio a veces yo la considero demasiado grande, porque pienso que lo que estoy haciendo es lo que más me gusta. No sé si lo tomo como un sacrificio, pero sí dejas muchas cosas de lado, son muchas horas estando en un mismo lugar, conviviendo con la misma gente, viajando. Esa es la parte más tediosa de lo que hago, pero se compensa con el disfrute. Si no me gustara tanto lo que hago no podría dedicarle tantas horas y estar tan concentrada.

La carrera contra el tiempo

Me encuentro en una etapa de comenzar a pensar qué va a pasar conmigo a futuro. Tengo 37 años, la carrera es corta. Tengo que empezar a reinventarme. Siempre comento lo mismo, yo sé que esa cosa que me da el escenario no me la va a dar nada más. Van a venir sensaciones diferentes, pero lo que vivo en el escenario no va a pasar. Es algo mágico, suena un cliché pero es indescriptible.

Ahora es más difícil ponerme en forma. Te vas de vacaciones y te tomas quince días, y cuando pasan esos quince días empezas a moverte otra vez y demoro mucho más ahora en ponerme en forma que cuando tenía 20 años. La carrera en ese sentido es muy ingrata. Cuando vos estás llegando al pico artístico, que estás en el mejor momento, el cuerpo no necesariamente acompaña.

En el momento que decida colgar las zapatillas, quiero estar preparada para lo que viene. Esa es mi meta.

Frustraciones

Me frustra equivocarme, soy muy exigente. No he tenido frustraciones, sí he tenido grandes tristezas. He sufrido por amor, he sufrido porque perdí a mi madre siendo joven. Pero soy una agradecida. Si tuviera que vivir esto de nuevo, creo que lo viviría de la misma manera. Me ha ido bien, tengo muchos amigos, gente que me quiere y gente que adoro.

Brecha salarial entre hombres y mujeres en ballet

En el ballet no existe, por lo menos acá en Uruguay no. Soy fiel creyente que se tiene que terminar esa desigualdad, es muy interesante pensar que estamos en 2017 y se sigue dando. También me doy cuenta de todo lo que falta. Respeto mucho al hombre y admiro mucho al género masculino, pero creo que hay muchísimas mujeres que pueden hacer lo mismo igual o mejor. 

La tecnología en el ballet

Ha hecho que ahora puedas acceder a ver grandes primeros bailarines de todas partes del mundo. Por ejemplo, estás preparando el ballet de Romeo y Julieta. Para mí la mejor Julieta que ha habido es Alessandra Ferri. En mí época no podías entrar a Youtube a verla, si no la veías en vivo o no tenías un vhs no la veías bailar nunca. Hoy por hoy estas preparando un rol y tenés videos de bailarines maravillosos para basarte en ellos. También pierde toda esa magia de cuando los ves en el teatro. Hay mucho acceso, que es genial por un lado, pero por otro es triste porque perdés otro tipo de vínculo.

El futuro del ballet

Julio trató de llevar el Ballet Nacional a todas partes de Uruguay, además de las giras internacionales. Le dio mucha importancia a hacernos ir a lugares que de repente eran gimnasios donde se tenía que armar un escenario, lugares fríos, con pisos que no eran adecuados, con escenarios muy  chiquitos. Yo como bailarina puedo ver que me morí de frío, me reventé las pantorrillas y los tobillos por saltar en cemento, pero el agradecimiento de la gente es tan grande que se te va todo lo que sentiste antes. La respuesta de la gente es tan divina que vale la pena. En eso el Ballet Nacional ha trabajado mucho para llegar a cuanto rincón hay en Uruguay y popularizarse.


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